Hace más de una década, Walmart gastó dos 400 millones de dólares para comprar una participación mayoritaria en el minorista sudafricano Massmart, que también tenía operaciones en una docena de otros países subsaharianos. En ese momento, los ejecutivos de Bentonville, Arkansas, elogiaron la adquisición como la entrada de Walmart en el continente más joven del mundo y uno de sus mercados de consumo de más rápido crecimiento, que estaba en auge en medio de precios récord de las materias primas.
Pero Walmart no ha podido sacar provecho. Primero, la caída de las materias primas de 2014, luego la pandemia y ahora las consecuencias de la guerra en Ucrania (incluida la alta inflación y la caída de las monedas locales) han impedido que los consumidores africanos gasten mucho. Massmart cerró sus tiendas en Nigeria, Ghana, Tanzania y Uganda el año pasado y cerró una cadena de productos electrónicos de bajo rendimiento en marzo de 2020.
Después de años de ventas mediocres, a mediados de 2022, las acciones de Massmart se habían desplomado alrededor de tres cuartas partes desde 2011, y su desempeño estaba muy por debajo de sus pares en el sector minorista sudafricano.
A pesar de estos contratiempos, Walmart optó por apostar todo. A finales del año pasado, compró 47% del minorista que aún no poseía por seis mil 400 millones de rands sudafricanos, lo que entonces equivalía a unos 358 millones de dólares, una fracción de lo que desembolsó. para la apuesta inicial. El gigante minorista también sacó a Massmart de la Bolsa de Valores de Johannesburgo.
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La renovada apuesta de Walmart por África se produce después de una serie de decepcionantes incursiones en los mercados internacionales. En 2020, Walmart tiró la toalla en Japón después de 18 años y acordó vender la mayor parte de su participación en una cadena de supermercados local, lo que resultó en una pérdida de alrededor de dos mil 100 millones de dólares. Ese mismo año, Walmart acordó vender la cadena de tiendas de comestibles Asda del Reino Unido a un grupo de inversión privado, lo que resultó en una pérdida de cinco mil 700 millones de dólares. La compañía también vendió sus operaciones minoristas en Argentina, registrando una pérdida de mil millones de dólares.
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