El director ejecutivo de Betterworks dice que la tendencia es una señal de que los líderes deben repensar sus relaciones con los empleados.
En TikTok, los jóvenes utilizan el término “trabajo de chica perezosa” para describir trabajos con un salario cómodo, beneficios razonables y un horario laboral estándar de 9 a 5 horas. Los usuarios sugieren que estos trabajos podrían ser la solución a la cultura del agotamiento. En última instancia, creo que lo que estos usuarios de las redes sociales describen son simplemente empleos saludables, y que esta tendencia es una señal de que los líderes deben repensar cómo tratan a los trabajadores.
La tendencia del “ trabajo de chica perezosa ” se está extendiendo por los lugares de trabajo y es un concepto que exige nuestra atención como líderes. A primera vista, el nombre puede transmitir falta de ambición o esfuerzo, pero no dejes que el término te engañe. Esta tendencia tiene que ver con la eficiencia, la flexibilidad y la creación de límites saludables. Los líderes que ignoran esta tendencia lo hacen bajo su propio riesgo.
Como líderes, nos encontramos en medio de un cambio social significativo, que desafía nuestras nociones convencionales de productividad y propuestas de valor para los empleados (PVE). Es un cambio de mentalidad que podría revolucionar la forma en que lideramos nuestros equipos y diseñamos nuestros lugares de trabajo. Pero debemos prestar atención a lo que dicen los empleados.
LOS “TRABAJOS DE CHICAS PEREZOSAS” NO SE TRATAN DE SER PEREZOSAS
Primero aclaremos: la tendencia del “trabajo de chicas perezosas” no respalda el letargo ni la falta de ambición. En todo caso, defiende la idea de límites saludables.
¿Suena familiar? Probablemente esto se deba a que esta tendencia se parece muchísimo a la tendencia de “ dejar de fumar silenciosamente ” que vimos el año pasado. Los empleados están trabajando arduamente para transmitir este mensaje, una tendencia de TikTok a la vez. Entonces, ¿deberían preocuparse los líderes? Todo se reduce a la lección más valiosa que la pandemia ya nos ha enseñado: la gestión de empleados ya no es lo que solía ser.
Estamos en una era en la que las líneas entre el trabajo y la vida se han desdibujado , y es primordial que nosotros, como líderes empresariales, antepongamos el bienestar y la salud de nuestros trabajadores y sus familias a todo lo demás. Las empresas tienen que aprender a adaptarse. Ahora más que nunca, tenemos que permitir que los empleados tengan éxito de una manera más autónoma y autoguiada, y parte de eso es integrar el trabajo en la vida de los empleados, no la vida en su trabajo.
EXAMINANDO LA PVE A TRAVÉS DEL LENTE DE UNA “CHICA PEREZOSA”
La tendencia del “trabajo de chicas perezosas” desafía parte de nuestro pensamiento tradicional sobre el trabajo y las propuestas de valor de los empleados. Un error común que cometen los líderes es equiparar el compromiso con largas horas de trabajo . En realidad, el compromiso se trata de resultados, productividad y consecución de objetivos . Tratar a los empleados con cuidado y justicia, permitiéndoles vivir una vida plena fuera del trabajo, puede impulsarlos a darlo todo en el trabajo. Cuando tienen tiempo para recargar energías y explorar otros intereses, aumenta la participación . Y cuando realmente comprenden sus objetivos y los completan de manera efectiva, la productividad aumenta.
Como líderes de personas, debemos repensar esa PVE y centrarnos en lo que realmente importa. Aquí hay cuatro lecciones clave que los líderes deben tener en cuenta:
1. Salida antes de entrada
La tendencia del “trabajo de chicas perezosas” aboga por una cultura orientada a los resultados. Enfatiza la importancia de lo que se hace más que del tiempo que lleva. Cambiar a un enfoque en la productividad durante horas promueve un entorno de trabajo más eficiente y flexible, donde los empleados son juzgados por su rendimiento en lugar de su presencia en la oficina . Y, por supuesto, eso significa que las empresas deben contar con las herramientas y los procesos adecuados para documentar los objetivos y el progreso, y garantizar que se acuerden y se entreguen los resultados correctos.
2. Límites saludables
Debemos reconocer que el trabajo es parte de la vida, no al revés. Elaborar políticas que reflejen esta comprensión puede fomentar un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal . Esto significa flexibilidad en el horario laboral, oportunidades de trabajo remoto y garantizar que las comunicaciones fuera del horario laboral sean la excepción y no la norma.
3. Generar confianza y autonomía
Un aspecto crucial de esta tendencia es empoderar a los empleados para que guíen su trabajo de forma autónoma . Al confiar en ellos para administrar su tiempo y sus tareas, creamos un sentido de propiedad y responsabilidad. Esta autonomía se traduce en una mayor satisfacción y rendimiento laboral.
4. Integrar bienestar y salud
Todo líder hace todo lo posible para contratar personas inteligentes, motivadas y talentosas. Es nuestra responsabilidad velar también por su bienestar. Ofrecer apoyo a la salud mental , promover el bienestar físico y cultivar un ambiente de trabajo positivo contribuyen a este objetivo.
EL IMPACTO A LARGO PLAZO DE LOS HASHTAGS A CORTO PLAZO
La tendencia del “trabajo de chicas perezosas” no es una moda pasajera ni un fenómeno pasajero. Ya hemos visto surgir suficientes hashtags de este tipo como para detenernos y prestar atención a lo que los empleados, especialmente la próxima generación de trabajadores , dicen sobre lo que debería ser el trabajo. Al centrarnos en la productividad, el rendimiento y la consecución de objetivos en lugar de largas jornadas, podemos crear un lugar de trabajo donde los empleados no sólo sobrevivan sino que prosperen.
Los Millennials y la Generación Z no son boomers . Tienen ambición, pero no están tan motivados por el dinero como resultó ser la generación del boom. Quieren equilibrio en sus vidas. No quieren ser los primeros en llegar a la oficina y los últimos en salir. Quieren una carrera, quieren avanzar, pero no a expensas del equilibrio.
Los “trabajos de chicas perezosas” son una tendencia que nos anima a mirar más allá de la sabiduría convencional y crear un lugar de trabajo que esté en sintonía con estas generaciones y el mundo moderno. Al hacerlo, fomentamos una cultura en la que los empleados se sienten atendidos , en la que se valora su vida fuera del trabajo y en la que pueden rendir al máximo.
Eso no significa mantener cerca a personas de bajo rendimiento. Como escribimos Jamie Aitken y yo en nuestro libro reciente, Make Work Better , probablemente siempre habrá empleados que no sean aptos para la empresa y deban ser eliminados. Pero si las empleadas “vagas” están cumpliendo todas sus metas y los gerentes aún están descontentos, sugeriría que el problema probablemente esté en las metas y los gerentes, no en los empleados.
Animo a los líderes de personas a que vean la tendencia del “trabajo de chicas perezosas” como una oportunidad, no como una amenaza. Es un llamado a la acción para repensar nuestro enfoque del liderazgo, nuestra relación con nuestros empleados y la estructura misma de nuestras organizaciones. Se trata de crear un futuro en el que el trabajo no sea sólo un medio para alcanzar un fin, sino una parte significativa de nuestras vidas.
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Es hora de adoptar esta tendencia y liderar con empatía, flexibilidad y centrándose en lo que realmente importa. Porque, como hemos aprendido, el futuro del trabajo no se trata sólo de negocios; se trata de personas, propósito y potencial. Y ese es un futuro por el que vale la pena luchar.
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