Tiendas autónomas, robótica y la experiencia del cliente están en primer plano de las principales tendencias en el horizonte del retail. Cada vez más enfocados en aumentar la rentabilidad, cadenas de supermercados que buscan entender el problema exacto que enfrentan y exploran soluciones a sus dolores; ellas existen y destinan grandes esfuerzos para identificar la situación actual del negocio, diagnostican problemas, reaccionan y entienden la importancia de las soluciones disponibles.
Las tendencias en el rumbo del comercio minorista y el uso de la tecnología para aumentar la eficiencia operacional, fue uno de los temas abordados por el empresario Irineu Fernandes, durante la conferencia inaugural del evento anual que organiza la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), en Colombia. (Fernandes; a inicios de los años 2000, fundó GIC Brasil, una empresa de innovación y tecnología para el retail, y es autor del libro Os rumos do varejo no século XXI: Pandemia e Transformação).
El sector del retail se apresura para enfrentar y superar los desafíos en un mercado dinámico; la definición de metas, los controles y los planes de acción son el foco de las cadenas minoristas, y estas respuestas fueron citadas por el 70% de los supermercados que participaron en la encuesta sobre Eficiencia Operacional 2022 que realizó la Asociación Brasileña de Supermercados (ABRAS). En segundo lugar, de la encuesta, aparece el entrenamiento de mano de obra, citada por el 76,4% de los encuestados.
«Conocer las molestias del cliente, ayudar a identificar y ofrecer soluciones son fundamentales para revertir esta situación», afirma Ivan Fernandes, CEO de GIC Brasil y quien fue nombrado por la junta directiva de la compañía en diciembre pasado, después de 20 años en ocupar puestos administrativos.
El mismo estudio de ABRAS, muestra que el indicador de ruptura operacional representa el 57% de las oportunidades de ganancia en las eficiencias del sector. «Esta respuesta indica productos que no son comercializados por diversas razones, como la vida útil, empaques rotos, artículos no aptos para el consumo, daños en equipos, entre otros», define el estudio. La ruptura por tanto obedece a factores como fallas en la planificación de compras, problemas logísticos y registros incorrectos.
Tal vez lo peor de las rupturas es la falta de exposición del producto, y precisamente esto ocurre cuando hay un producto disponible en la tienda, pero no está expuesto en las góndolas. En Brasil, y según ACNielsen esta ruptura es del 10%, lo que genera pérdidas significativas. Hay casos en los que puede superar el umbral del 20%. ¿Cómo responder a esta situación? El uso de tecnologías comprobadas, como la automatización, es capaz de reducir estas tasas por debajo del 5%, aumentando el volumen de ventas con ajustes internos.
En síntesis, GIC avala que los procesos sin estándar, la falta de datos y los altos costos de inventario representan dolores para la industria, junto con las interrupciones en la operación.
