Los precios de los comestibles han aumentado de manera constante en los EE. UU. Durante varios meses, pero en los restaurantes la comida se está volviendo más cara a un ritmo aún más rápido que en los estantes de los supermercados.
Mientras que los precios de la “comida en casa” subieron un 2,5 por ciento en octubre, según un estudio del USDA, los precios de la “comida fuera de casa” subieron un 3,6 por ciento, informa PYMNTS . Se espera que la disparidad crezca aún más: se prevé que los precios de los comestibles aumenten entre un 1,5 y un 2,5 por ciento adicional el próximo año, mientras que los precios de los restaurantes suben entre un tres y un cuatro por ciento. La mayor tasa de aumento de precios ha llevado a la especulación de que los clientes pronto elegirán las tiendas de comestibles como la opción económica en lugar de salir a comer.
El toma y daca de la cuota de mercado entre restaurantes y tiendas de comestibles ha sido un tema recurrente desde el comienzo de la pandemia.
En marzo de 2020, la introducción de pautas rígidas de distanciamiento social en todo EE. UU. Obligó a muchos restaurantes a cerrar por completo los locales de restauración. Algunos pudieron mantenerse a sí mismos a través de comidas al aire libre y opciones de recogida / entrega. Algunos recurrieron a la venta de productos que normalmente se utilizan como ingredientes para la entrega o recogida, para satisfacer las necesidades de los clientes que tienen dificultades para encontrar productos en el supermercado debido a interrupciones en la cadena de suministro de alimentos.
A principios de 2021, se informó que más de 110,000 establecimientos de comidas y bebidas habían cerrado, ya sea temporal o permanentemente, en los EE. UU., Según Fortune .
Algunas fuentes apuntan a una especie de recuperación de restaurantes con menos cierres de negocios. En la ciudad de Nueva York, solo 21 restaurantes cerraron permanentemente en el tercer trimestre de 2021 en comparación con los 82 que cerraron en el tercer trimestre de 2020, según el New York Post . Los restauradores también están adquiriendo nuevos contratos de arrendamiento en toda la ciudad.
En el momento en que los restaurantes no pudieron hacer negocios al comienzo de la pandemia, los supermercados experimentaron una afluencia de compradores sin precedentes. Los clientes no solo tenían opciones limitadas para conseguir alimentos en otros lugares, sino que la compra y el acaparamiento de alimentos básicos se intensificaron. Los supermercados también experimentaron una demanda sin precedentes de servicios de recolección y entrega.
