Los desafíos que imponen los cambios tecnológicos de la economía 4.0 requieren estar preparados para lo que se avecina y así no «perder el tren»
Son varios los empresarios que más tarde o más temprano se preguntan «¿Cómo preparo a los empleados para la transformación digital?». Ésta no es una pregunta sencilla de responder, sin embargo algunos expertos como Patricia De Loro LeDiscot, Chief Product Officer en TheVentureCity, se animan a dar algunas pautas para el cambio inevitable que se viene. Según un artículo que LeDiscot escribió en Forbes, estas son algunas ideas para afrontar el desafío:
Evangelización
Hay que ser conscientes de que las compañías y sus empleados tradicionales (como todos en general) no saben lo que no saben, por lo que hay una labor fundamental de evangelización
Que esa evangelización sea cercana.
Hay que huir de las palabras y conceptos súper técnicos que pueden sonar muy inteligentes pero que solo ayudan a abrir más la brecha. Si el propio nombre de product management genera fricción porque para esa compañía significa otra cosa, no hay que empeñarse en forzarlo. Simplemente hay que aprender la metodología y su forma de desarrollar productos y ejecutarla.
Que sea inclusivo.
Tiene que haber una sensibilidad a gestionar «ansiedades/miedos» normales en cualquier proceso de transformación . Además hay un riesgo en todo proyecto de transformación de crear «castas» dentro de la compañía: los digitales y los no digitales. Es importante valorar lo que los perfiles más tradicionales pueden aportar en esta etapa de transformación porque son los que atesoran una información espectacular sobre el sector, la compañía y las personas clave, que es fundamental a la hora de mover los proyectos internamente dentro de organizaciones así.
De a poco y paulatinamente
En estas iniciativas de cambio cultural y de forma de trabajo es importante ser estratégico en escoger qué proyectos/iniciativas llevar a cabo para ir demostrando poco a poco el valor de esta nueva forma de trabajar. Hay varios casos de grandes compañías que movilizan a toda una organización para trabajar en Agile pensando que eso sería su salvación, si bien es una estupenda metodología para algunos tipos de proyectos pero no es el driver de una verdadera transformación.
