En aras de realizar una correcta implementación de la medicina personalizada de precisión (MPP) es necesaria una mayor apuesta por la transformación digital. El informe ‘Propuesta de recomendaciones para la transformación digital del sistema sanitario para la incorporación de la Medicina Personalizada de Precisión’, impulsado por la Fundación Instituto Roche, recoge algunos de los principios sobre los que ha de asentarse este cambio.
Durante la presentación del mismo, Federico Plaza, vicepresidente de la Fundación Instituto Roche, “la situación que hemos vivido ha sido complicada, pero también un acelerador para realizar determinados cambios en el sistema sanitario”. A este respecto, añadía que “este es un proceso integral e integrado donde fluye información, lo que afecta a la forma de investigar, medir resultados de forma continua y un impacto directo en cómo gestionamos a los pacientes”. Por ello, espera que este documento “contribuya a trazar una hoja de ruta en este ámbito, que sea de utilidad para quienes participan en la toma de decisiones”.
Cambio de paradigma
“Tradicionalmente hemos formado médicos con gran capacidad de memoria, fuentes en papel… y toda esta información del sistema de salud no está en la historia electrónica; por ello, ahora el gran reto es recoger toda la información del Sistema Nacional de Salud que podamos para incorporarla de manera efectiva a la toma de decisiones, tanto a nivel clínico como de investigación”, expresaba Adrián Llerena, presidente de la Sociedad Española de Farmacogenética y Farmacogenómica (SEFF).
El experto consideraba que “este cambio de paradigma es el que realmente va a permitir integrar una MPP centrada en el paciente, ya que la gran barrera es la salud digital”. Llerena indicaba que, al contar con una información completa del paciente, tanto la contenida en la historia clínica como la genómica, “se puede tomar una decisión con un manejo conjunto”. Dentro de esta ecuación un hay un ingrediente fundamental: la coordinación. “Hay que aumentar la acción conjunta en la gestión de datos, con historias clínicas completas, paliando los nichos que hay en algunos servicios y aumentando las capacidades digitales de los profesionales y sistemas, conectándolos más; esto permitiría a España ponerse en primera línea de la aplicación de la salud digital, aumentando la eficiencia del sistema sanitario”, aseveraba.
Para Llerena, entre los retos que urge solucionar se encuentran la “rigidez de los sistemas sanitarios, marcada por la falta de conexión e interoperabilidad; hacer que los sistemas de información sean eje de los sistemas sanitarios y aumentar las capacidades en formación humana, permitiendo tener infraestructuras y repositorios que permitan aumentar la capacidad de análisis de datos”. “Hay que usar todas estas piezas para generar un cambio en la asistencia sanitaria y la investigación biomédica”, concluía.
Impulso de la digitalización
Joaquín Dopazo, director del Área de Bioinformática de la Fundación Progreso y Salud, señalaba que son muchos los países que están abundando en este problema para avanzar hacia una salud más digital al detectar que “toda la cantidad de datos de la que se dispone hay que utilizarla para el paciente”. En este proceso de transformación, para Dopazo, hay tres puntos fundamentales. “Hay que mejorar el acceso compartido y seguro a los datos, la conexión y posibilidad de utilizar todos ellos conjuntamente y reforzar la capacitación de los ciudadanos para que accedan y se beneficien de estos datos”, planteaba.
En el panorama nacional, según Dopazo, se están produciendo avances con la creación de organismos en a materia; “desde el Ministerio de Sanidad se ha creado una Secretaría de Salud Digital, hay una estrategia en este ámbito con colaboración de las Comunidades Autónomas, se ha propuesto la creación de un Centro Estatal de Salud Pública… son pasos que se dan hacia la consolidación de la digitalización”, afirmaba.
Pero, todavía queda trabajo por hacer. “Respecto a la innovación e infraestructura, hay que incrementar la inversión en I+D+i, lo que no solo es interesante para el paciente, sino para el SNS, porque al desarrollar más tecnologías no seremos tan dependientes de terceros”, precisaba el experto.
Cooperación entre administraciones
A la necesidad de liderazgo se refería Pablo Serrano, director de Planificación del Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid). “Contar con una gobernanza y liderazgo claro es clave en la transformación digital, tanto a nivel estatal como en las comunidades autónomas; el Ministerio necesita de la colaboración de otras administraciones, como los ministerios implicados en competencias digitales y todos los agentes del sector”, detallaba.
“Siempre tiene que haber una capacidad de gestionar los datos, la pertinencia en su acceso… no solo a nivel regulatorio, sino de compromiso”, señalaba Serrano. En esta línea considera que un aspecto muy importante del liderazgo en esta transformación va a ser que “este proceso se lleve a cabo sin aumentar la brecha digital, que se avance sin dejar atrás a una parte de la población que tiene menos accesos a estos recursos digitales”.
Con todo esto, instaba a “tener en cuenta los análisis de información y su explicación, atendiendo a que se combinará información procedente de diferentes orígenes”. También, que “uno de los requisitos para acometer este cambio será la continuidad, puesto que se necesita una continuidad de los datos y su estandarización, lo que obliga a muchos consensos”. Siguiendo este hilo, resaltaba la necesidad de “promover estándares y hacer operativos los datos, y los tratamientos de privacidad de los mismos”.
Nuevas capacidades y medición de resultados
Otro de los desafíos que se deriva de esta transformación es la necesidad de nuevos perfiles profesionales. Álvaro Rodríguez-Lescure, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), aludía a la urgencia de “incorporar en esta estrategia un plan de formación no solo para profesionales sanitarios, sino para decisores y gestores, de tal manera que se asegure que se incorporan los conocimientos necesarios para desenvolverse en el ámbito digital”. “Se precisan también nuevos perfiles centrados y estructurados en torno a la ciencia de datos; para esto hay que incorporar la visión de enfermeros, auxiliares, biólogos o cualquier otro profesional que refleje esta nueva necesidad”. Indicaba el presidente de SEOM.
Asimismo, Rodríguez Lescure instaba a “incorporar competencias en el ámbito de la universidad en grados de Medicina y Enfermería sobre genética y ciencia de datos”. También, “considerar la incorporación de dobles grados, por ejemplo, en Bioinformatica y Biomedicina e impulsar toda esta formación de manera específica en los posgrados”.
Otro de los puntos que abordaba Rodríguez-Lescure es la necesidad de avanzan en la medición de resultados para avanzar en el resto de aspectos en salud. Así, agregaba que “hay que promover y apoyar herramientas digitales que permitan analizar los datos, la importancia de la prevención desde una perspectiva poblacional y, en el ámbito asistencial, promover entornos y estructuras para que los profesionales puedan converger toda esta información”. “Hay que asegurar que se incorporar todos los resultados que se obtengan de esta convergencia y especialmente que sean aplicables a esta nueva visión de la medicina personalizada de precisión, que es la que hemos querido siempre, pero con unas herramientas de observación y de análisis adecuadas”, concluía.
