A medida que la interrupción en todas sus formas se convierte cada vez más en la norma, los líderes de TI deben repensar su enfoque en las iniciativas digitales a favor de estrategias que incorporen la adaptabilidad en la forma en que sus organizaciones operan diariamente.
En la última década, la transformación digital ha sido el tema principal en TI. Bajo el amparo de la transformación digital, las iniciativas de TI se han vuelto más centradas en el cliente, con un mayor énfasis en las personas en lugar de la tecnología, todo en un esfuerzo por redefinir cómo opera la organización y asegurarse de que pueda mantenerse al ritmo del cambio, capaz de enfrentar desafíos y aprovechar oportunidades a medida que surgen.
Sin embargo, el problema es que muchas organizaciones han estado en la cinta de transformación durante años, si no una década o más. Las transformaciones que alguna vez se pensaron como un viaje de dos o tres años, para ponerse al día o adelantarse, se han convertido en un viaje continuo sin fin a la vista. Simplemente se han convertido en el precio de hacer negocios, al igual que emitir nóminas o presentar declaraciones de impuestos.
Esto está perfectamente bien en teoría, porque la transformación digital debería ser un viaje continuo y no un esfuerzo único. Pero mientras hemos estado en este viaje durante los últimos 10 años, el mundo ha cambiado y ahora la TI necesita un nuevo enfoque, uno en el que la adaptabilidad se convierta en el enfoque subyacente de todos los esfuerzos de transformación en el futuro. Aquí está el por qué.
La interrupción ha pasado de ser la excepción a la norma.
Con la interrupción ahora siendo constante en lugar de un evento aislado, las organizaciones deben ser capaces de reaccionar rápidamente al cambio con agilidad en todos los aspectos de sus modelos operativos. Ya no es suficiente perseguir transformaciones posteriores a los hechos. Necesitamos incorporar la capacidad de cambiar y reaccionar al cambio en todos los aspectos de la estrategia, modelo de negocio, modelo operativo, procesos, productos y servicios de nuestras organizaciones.
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Estamos lidiando con la interrupción en todas sus formas, no solo la de nuevas empresas digitales que surgen para comerse nuestra cuota de mercado. En los últimos años, la escala y frecuencia de la interrupción ha aumentado en todas las fuerzas PESTLE: políticas, económicas, sociales, tecnológicas, legales y ambientales. Ya no hay un estado estable de «negocios como de costumbre» durante 364 días al año; es «negocios como interrumpidos» lo que se considera normal, por lo que nuestras organizaciones deben volverse intrínsecamente ágiles con la adaptabilidad incorporada en la forma en que operan diariamente.
La adaptabilidad tiene un caso empresarial convincente:
Aprendimos lo importante que es la adaptabilidad durante la pandemia. En lugar de los estados binarios de «abierto» o «cerrado» (es decir, restaurantes, escuelas, tiendas, oficinas), al tener múltiples modos de operación y poder cambiar dinámicamente entre ellos, las organizaciones pudieron equilibrar vidas y medios de vida de manera más efectiva y mantener los ingresos y servicios en funcionamiento.
Y esto se aplica tanto a las organizaciones gubernamentales como a las corporaciones privadas, ya que la adaptabilidad permite mejorar la efectividad de la misión, mejorar el servicio al ciudadano, aumentar la eficiencia operativa, reducir los tiempos de respuesta, la capacidad de hacer más con menos y reducir costos. Al establecer una organización adaptable, puedes lograr más de tus objetivos, durante más tiempo y para más de tus partes interesadas.
Como otro ejemplo, al igual que el sistema de condición de preparación de defensa (DEFCON) del ejército de los Estados Unidos, la capacidad de responder rápidamente al cambio y hacerlo con condiciones operativas predefinidas permite a una organización maximizar continuamente su tiempo de actividad y beneficio para las partes interesadas sin tener que reinventarse cada vez.
Una estrategia de adaptabilidad puede abordar una amplia gama de objetivos empresariales:
La adaptabilidad se puede aplicar a una amplia gama de objetivos empresariales y estratégicos en organizaciones del sector público y privado. Si eres un CIO de una ciudad, por ejemplo, puede aplicarse a los objetivos estratégicos de tu ciudad, incluido el crecimiento económico, la diversidad e inclusión, la calidad de vida, la salud y el bienestar, la seguridad y protección, la eficiencia y la resiliencia, la movilidad y la sostenibilidad y el medio ambiente.
Como ejemplo, los sistemas móviles como la Barrera del Támesis respaldan la eficiencia y la resiliencia; los sistemas de control de tráfico adaptativo (ATCS) respaldan la movilidad en términos de aprovechar la inteligencia artificial, las cámaras de video y los sensores de IoT para optimizar el flujo de tráfico; los gemelos digitales de edificios y estadios respaldan la seguridad en términos de transmisiones de datos en vivo y orientación para los primeros en responder; y las soluciones de impresión 3D respaldan la calidad de vida en términos de viviendas asequibles, y así sucesivamente.
La adaptabilidad es una nueva disciplina de gestión:
La sostenibilidad y la resiliencia son disciplinas de gestión maduras porque se ha prestado mucha atención al desarrollo de estrategias e implementación de soluciones para abordarlas. Sin embargo, en lo que respecta a la adaptabilidad, aparte de las metodologías ágiles y la adaptación en relación al cambio climático, hay muy poco de qué aprender en términos del cuerpo de trabajo, por eso abordé este tema en «Una guía para un gobierno adaptativo: preparándose para la interrupción».
Los sistemas adaptativos y los sistemas resilientes a menudo se confunden y se consideran intercambiables, pero hay una gran diferencia entre los dos conceptos. Mientras que un sistema adaptativo se reestructura o se reconfigura para operar de la mejor manera y optimizar las condiciones ambientales, un sistema resiliente a menudo simplemente tiene que restaurar o mantener un estado estable existente.
Además, mientras que la resiliencia es una estrategia de gestión de riesgos, la adaptabilidad es tanto una estrategia de gestión de riesgos como una estrategia de innovación. La filosofía detrás de los sistemas adaptativos se centra más en la innovación que en la gestión de riesgos. Parte de la premisa de que no hay condiciones estables en las que operar, sino que el entorno externo está en constante cambio.
Al profundizar en la adaptabilidad como disciplina de gestión, podemos aplicar los principios de la naturaleza para reaccionar mejor al cambio y hacerlo con agilidad intrínseca, al igual que el camaleón cambia de color o cómo el cuerpo humano se adapta físicamente al ejercicio.
Los habilitadores físicos y digitales hacen que la adaptabilidad sea aplicable:
Los CIOs están en una posición privilegiada para ayudar a sus organizaciones con su estrategia de adaptabilidad mediante la implementación de tecnologías físicas y digitales que permitan la adaptabilidad.
Así como las tecnologías conocidas como SMAC (social, móvil, análisis y nube) marcaron el comienzo de la era inaugural de la transformación digital, la próxima generación de tecnologías como IA/ML, AR/VR, blockchain, gemelos digitales, computación cuántica, IoT, computación en el borde y el metaverso permitirán una nueva era de adaptabilidad tanto en la empresa como en el gobierno.
Por ejemplo, una ciudad puede volverse más adaptable en el uso de «espacios flexibles» mediante el uso de técnicas como el comercio emergente, calles programables y gestión dinámica de bordillos. Estrategias como estas, y las tecnologías que las habilitan, ayudarán a la ciudad a «hacer más con menos», como aprovechar la infraestructura existente y volverse más adaptable para satisfacer las necesidades en constante cambio de sus partes interesadas. Tanto los facilitadores físicos, como el comercio emergente, como los facilitadores digitales, como la gestión dinámica de bordillos, pueden contribuir a este mayor nivel de adaptabilidad.
Si bien la adaptabilidad no puede resolver todos los desconocidos, puede ayudar a su organización a lidiar con una gama más amplia de extremos y condiciones límite como parte de la rutina empresarial, liberando tiempo y recursos para enfocarse en los casos excepcionales para los cuales no se puede planificar.
Mientras que los competidores esencialmente conducen un automóvil con transmisión manual y una sola marcha, tú estarás conduciendo con transmisión automática y seis marchas o más, listo para enfrentar el terreno por delante. Es hora de decir adiós a la transformación digital y dar la bienvenida a la empresa adaptable.
