De acuerdo a un artículo publicado en el portal de noticias Hispanidad, la inteligencia artificial no es una falsedad, sino una obviedad, ya que ninguna máquina puede hacer algo que el hombre no le haya enseñado previamente, aunque lo haga mucho más rápido. Sin embargo, el autor explica que, al igual que con el cambio climático, movilizar a la sociedad contra la IA puede resultar en medidas exageradas y contraproducentes. A pesar de que la solución a los problemas del siglo XXI puede estar al alcance de la mano, el autor teme que el miedo excesivo a la IA, al cambio climático o a la salud, pueda llevar a la histeria colectiva y la confusión.
Además, el autor destaca que la máquina no piensa, simplemente calcula, lo que la hace mucho más eficiente en ciertos juegos matemáticos como el ajedrez. El autor concluye que el problema no es la IA en sí misma, sino el uso que se le dé y la forma en que la sociedad reaccione ante ella. Si bien es importante estar alerta y preparados para los avances tecnológicos, el autor sugiere que se deben tomar medidas razonables y proporcionales, sin llegar a la histeria colectiva.
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El artículo sugiere que hay similitudes entre la forma en que se ha tratado el tema de la inteligencia artificial y la pandemia del COVID-19. En el caso del coronavirus, no había negacionistas, pero sí personas que cuestionaban la magnitud del virus y las medidas restrictivas impuestas por los gobiernos. A pesar de que España tuvo uno de los confinamientos más duros, también tuvo una de las tasas de mortalidad más altas del mundo. Además, los «negacionistas» pedían conocer el origen de la epidemia para poder combatirla de manera efectiva y tenían cierta desconfianza en las vacunas que aparecieron en el mercado con rapidez.
El autor sugiere que, al igual que con el COVID-19, existe una falta de transparencia y confianza en torno al desarrollo y uso de la inteligencia artificial. La idea es que la IA puede ser utilizada como una herramienta para limitar las libertades, y se desconoce cómo se están utilizando los datos y algoritmos que se están creando. También se sugiere que el rápido desarrollo de la IA puede generar desconfianza, especialmente si hay personas que se benefician económicamente de su uso. En general, el artículo plantea la idea de que la IA, al igual que la pandemia del COVID-19, puede ser utilizada de manera perjudicial si no se maneja adecuadamente y si no existe una mayor transparencia en su desarrollo y uso.
