El metaverso y la inteligencia artificial, nuevos aliados en dermatología

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De acuerdo al portal Salud Diario, El metaverso y la inteligencia artificial, nuevos aliados en dermatología; Estudios recientes indican que el porcentaje de casos dermatológicos potencialmente manejables a distancia podría superar el 70%

La llegada del metaverso está abriendo nuevas oportunidades en el manejo de pacientes dermatológicos, según expertos reunidos en el 50º Congreso Nacional de Dermatología y Venereología en Santiago de Compostela. Este espacio virtual colectivo, que fusiona la realidad física y digital y permite a los usuarios interactuar a través de sus avatares, ofrece múltiples aplicaciones, incluyendo mejoras en las teleconsultas, la planificación quirúrgica inmersiva y la formación virtual con modelos 3D de la piel. Los especialistas destacan el gran potencial de esta tecnología y cómo puede ser utilizada para mejorar el diagnóstico y tratamiento de enfermedades dermatológicas, además de brindar una experiencia más inmersiva y personalizada a los pacientes. Con el metaverso emergiendo como una nueva frontera digital, su aplicación en la dermatología promete un futuro emocionante y lleno de posibilidades.


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“Las posibilidades que ofrece el metaverso en el campo de la dermatología pueden ser infinitas”, explica la Dra. Miriam Fernández-Parrado, dermatóloga del Hospital Universitario de Navarra. Para ella, “el metaverso puede significar un paso hacia delante en la teledermatología, que se ha impulsado y afianzado con la pandemia”. En estos dos años, añade, se ha demostrado “que es posible realizar una parte de las revisiones online, lo que ha supuesto un importante ahorro de tiempos y costes, junto a una mayor eficacia en el cribado inicial y la detección precoz de las patologías graves“.

Según indican los representantes de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), se calcula que el porcentaje de casos potencialmente manejables a distancia podría superar el 70%. “No se trata de sustituir la consulta presencial, sino de buscar una alternativa de calidad que, lejos de deshumanizar la relación médico-paciente, responda a las necesidades crecientes de estos últimos”, destaca la Dra. Fernández-Parrado.

El metaverso como opción para reducir el dolor

En la práctica clínica, facilitar el acceso al dermoverso –juego de palabras que aúna dermatología y metaverso– puede ayudar a reducir el dolor y abstraer la mente del paciente, en especial durante las consultas presenciales que requieren de intervenciones molestas o incómodas (curetajes, biopsias, etc.). “Esto es particularmente efectivo en dermatología pediátrica, ya que los ambientes inmersivos de la realidad virtual pueden contribuir a la relajación de los niños“, apunta la dermatóloga, quien también ve posibles aplicaciones para los pacientes que necesitan ser intervenidos quirúrgicamente, a quienes el metaverso permitiría vivir simulaciones de sus operaciones antes de someterse a ellas, con el fin de reducir la ansiedad y las dudas inherentes a estos procesos.

Al mismo tiempo, agrega la especialista, el dermoverso puede ser una herramienta útil para cuidar de los pacientes con problemas para desplazarse hasta un hospital mediante el acceso a explicaciones inmersivas relacionadas con los tratamientos a seguir. A través de ellas, podría favorecerse la adherencia a las terapias y ampliar las posibilidades de interaccionar y compartir experiencias con otros pacientes.

Alertas contra posibles alergias

Otra posible aplicación, según señala la Dra. Fernández-Parrado, se refiere a las compras online: “Las personas con dermatitis alérgicas de contacto que realicen compras en el metaverso podrán personalizar su avatar y registrar los productos que les producen alergia, de manera que, al realizar la compra, sean alertadas en el caso de contener alguno de esos componentes”.

Pero no solo se beneficiarán los pacientes: gracias al aprendizaje virtual, los médicos podrán adquirir también nuevos conocimientos –o actualizarlos– a través de modelos de piel en realidad aumentada de tumores y otras lesiones dermatológicas o mediante cursos de simulación inmersiva que faciliten el aprendizaje. El uso de gemelos digitales (modelos que copian la anatomía, elasticidad de la piel u otras características propias del paciente), por ejemplo, puede ser útil a la hora de tomar decisiones quirúrgicas y de practicar las intervenciones antes de acudir al quirófano.

En este escenario, un estudio titulado Cómo ve el mundo el metaverso y la realidad extendida, que recoge datos de 29 países para los próximos diez años, subraya que uno de los mayores impactos de esta tecnología se prevé en el ámbito de los recursos relacionados con la salud (59%), por delante incluso del comercio de activos digitales (NFT, coleccionables, criptomonedas, etc.).

En cuanto al dermaverso, a pesar de que es difícil predecir cuándo estará operativo, la Dra. Fernández-Parrado asegura ser “tecno-optimista”, y está convencida de que “si podemos imaginarlo, podemos crearlo”. Con esta afirmación coincide el Dr. Héctor Perandones, dermatólogo en el Complejo Asistencial Universitario de León, con quien la especialista comparte la pasión por las nuevas tecnologías y la autoría del artículo A new universe in dermatology: from metaverse to dermoverse.

IA para automatizar los diagnósticos

Durante el congreso de la AEDV también se ha debatido sobre la aplicación de la inteligencia artificial (IA) en este ámbito asistencial, donde se ha convertido “en una gran aliada para los dermatólogos”, aunque no llegue nunca a sustituir al especialista. Como se recuerda desde la asociación, la IA es una rama de las ciencias de la computación que trata de diseñar herramientas informáticas que simulen procesos de inteligencia humana que incluyen el aprendizaje, el razonamiento y la autocorrección. Mediante diversos algoritmos, las máquinas aprenden y son capaces de tomar decisiones.

En los últimos diez años, la inteligencia artificial ha aportado “novedosas técnicas que facilitan el diagnóstico y tratamiento de los pacientes”. Según apuntan los dermatólogos, la IA se utiliza en la actualidad para para establecer diagnósticos diferenciales precisos frente a patologías comunes, como la psoriasis, la dermatitis atópica o el acné, así como para el desarrollo de protocolos terapéuticos personalizados y la predicción de resultados a medio y largo plazo, entre otras aplicaciones.

Del mismo modo, en el campo de la dermatología oncológica, la inteligencia artificial ha contribuido a automatizar el diagnóstico de los tumores cutáneos, “al permitir diferenciar entre lesiones melanocíticas y no melanocíticas, favorecer el diagnóstico temprano y ayudar a generar sistemas de cribado capaces de priorizar los casos en función de su gravedad”. Además, agregan los especialistas, los modelos algorítmicos de predicción generados a partir de los datos anonimizados de millones de pacientes permiten predecir con mayor eficacia la progresión de los tumores.

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