Ecommerce: ¿Cómo innovar ante el cambio constante?

Juan Martín Vignart, Country Manager de Tiendanube México

«Ecommerce: ¿Cómo innovar ante el cambio constante?», es el tema que nos propone Juan Martín Vignart, Country Manager de Tiendanube México.

Podría decirse que la innovación es parte inherente del ecommerce, pues con clientes que cambian sus preferencias, sus expectativas y su comportamiento constantemente, esta modalidad de venta nunca se mantiene estática. Aún en transformación continua, este mercado tuvo un crecimiento de 23% en México, con un valor de 538 mil millones de pesos en 2022, de acuerdo con el Estudio de Venta Online 2023 de la AMVO.


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En este contexto, las organizaciones se encuentran en la búsqueda de oportunidades para no rezagarse y seguir aprendiendo, como lo demanda el comercio en línea. Así, tenemos que el aprendizaje, la adaptación y la reinvención son tres claves fundamentales para el ecommerce, pues cada uno es parte del proceso de innovación.

Por un lado, el aprendizaje significa explorar de manera proactiva ideas nuevas y lo óptimo es fomentar un ambiente en el que se asignen recursos para llevar a cabo aquellas ideas que tengan potencial real; por otro lado, la adaptación implica la apertura al cambio, el ensayo y error se destaca como la manera ideal de probar alternativas, encontrar soluciones y mejorar productos y servicios. Por último, la reinvención se efectúa por medio de un trabajo colaborativo e interdisciplinario.

Estas claves pueden aplicarse a un proceso de innovación en una empresa por medio de varias herramientas: retroalimentación por parte de los clientes y usuarios; análisis de tendencias (con Google Trends, Trend Hunter o TrendWatching); investigación de mercado; análisis de competencia; Design Thinking (mapas de empatía, por ejemplo); programas de innovación interna con la colaboración de diversos equipos; alianzas estratégicas con otras empresas, organizaciones y universidades, así como con la aplicación de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial.

Pero lo más importante es saber aplicar en conjunto estas claves y herramientas mediante un plan estratégico de innovación concreto, cuyo proceso puede incluir los siguientes pasos:

  1. Planificación estratégica: crear un proceso integral, desde la generación de ideas hasta la ejecución.
  2. Evaluación de riesgos y beneficios: considerar riesgos y beneficios potenciales de cada idea de innovación, para tomar decisiones informadas y alineadas con los objetivos comerciales.
  3. Asignación de recursos: establecer una proyección de recursos financieros, tecnológicos y humanos para implementar las iniciativas aprobadas.
  4. Capacitación y formación: capacitar a los equipos para implementar nuevas tecnologías o enfoques innovadores de manera efectiva.
  5. Análisis y pruebas: exploración de datos e información recopilada mediante el análisis de tendencias, la investigación de mercado o el análisis de la competencia; para identificar oportunidades y evaluar su viabilidad.
  6. Iteración: profundizar en los resultados de las pruebas, para ajustar ideas en función de los comentarios recibidos y los datos recopilados antes de un lanzamiento completo.
  7. Ejecución del plan de innovación: llevar a cabo el plan según lo establecido, ya sea que implique un desarrollo de producto, la optimización de procesos o la introducción de nuevos servicios.
  8. Medición y seguimiento: establecer métricas claras para poder evaluar el éxito de las iniciativas de innovación y continuar con un progreso regular.
  9. Aprendizaje y mejora continua: analizar los resultados e identificar lo que funciona y aquello que podría mejorarse en futuras iniciativas de innovación.
  10. Comunicación y difusión: comunicar los resultados de la implementación del proceso de innovación, tanto de forma interna como externa, donde se destaque cómo esto crea valor en la organización.

Implementar cambios con nuevas plataformas, ajustes de procesos o desarrollo de productos, son una forma de evitar el rezago en el ecommerce, pues este mercado no deja lugar para mantenerse fijo, sino que evoluciona de manera constante, tanto por el lado de las personas que forman una organización —quienes deberán aprender, adaptarse y reinventarse para innovar— como por parte de los usuarios, que van ajustado sus necesidades y modifican constantemente su comportamiento.

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