El desafío emergente de garantizar pagos electrónicos seguros, a medida que el comercio electrónico y los dispositivos móviles avanzan en el mercado con mejores capacidades, surge un desafío significativo en América Latina: garantizar la seguridad en las transacciones electrónicas.
La experiencia del consumidor demanda no solo procesos ágiles y sencillos, sino también pagos seguros que no generen complicaciones ni preocupaciones.
Después de experimentar un auge en la digitalización y un crecimiento exponencial en las plataformas de comercio electrónico en años anteriores, las compras en línea han pasado a formar parte integral de nuestros hábitos cotidianos.
Empresas, entidades bancarias y plataformas de pago electrónico han implementado tecnologías de vanguardia, como la Inteligencia Artificial (IA), el análisis avanzado de datos y el aprendizaje automático, para mejorar la experiencia del cliente y fortalecer las defensas contra el fraude.
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Según una investigación de McKinsey, las aplicaciones de IA basadas en datos generarán 13 billones de dólares en nuevas actividades económicas a nivel mundial hasta 2030. En América Latina, países como Brasil, Chile, Argentina y México se encuentran entre los principales productores de datos en el mundo, según estudios de Mastercard y Harvard Business Review.
No obstante, el avance del comercio electrónico y la proliferación de dispositivos móviles más avanzados también presentan amenazas a la seguridad de las transacciones en línea, destacando el fraude cibernético como una de las principales preocupaciones en la región.
Entonces, ¿cómo se convierte la IA en una aliada fundamental para asegurar el comercio electrónico? La IA ofrece ventajas significativas al procesar grandes cantidades de datos a velocidades extraordinarias y aprender de esos datos para anticipar y tomar decisiones con el menor riesgo posible. Puede determinar con precisión si una transacción es legítima o fraudulenta, bloqueando el proceso al detectar cualquier parámetro anormal.
Además de la seguridad, los consumidores buscan una experiencia de pago sin complicaciones. Herramientas como chatbots y asistentes virtuales basados en IA juegan un papel clave al proporcionar contenido relevante para reducir los tiempos de búsqueda y resolver dudas de los compradores. Estos sistemas también continúan aprendiendo e identificando patrones seguros y comportamientos de compra, mejorando así la experiencia del cliente en el comercio electrónico.
La IA permite blindar las operaciones, incluso aquellas que no involucran pagos con tarjeta. Analiza el comportamiento del cliente, la ubicación, los hábitos de compra y establece mecanismos de seguridad al detectar anomalías. Además, facilita el seguimiento de la información transmitida entre el integrador de pagos y el comercio electrónico, garantizando transacciones encriptadas y restringiendo montos máximos por transacción, día y mes, brindando mayor seguridad a los usuarios en las compras en línea.
El análisis en tiempo real de millones de transacciones en línea se convierte en un terreno de prueba para la IA, que evalúa la probabilidad de fraude y alerta al banco cuando detecta transacciones sospechosas. La tecnología utiliza un análisis minucioso de datos del consumidor, comerciante y dispositivo, verificando información geográfica, historial de compras y parámetros específicos para evaluar la legitimidad de una transacción y mitigar riesgos de seguridad.
En resumen, la IA no solo mejora la detección de pagos fraudulentos, sino que también aumenta la aprobación de pagos genuinos, proporcionando beneficios significativos. Los consumidores disfrutan de una experiencia de compra en línea amigable, segura y sin problemas.
El futuro del comercio electrónico respaldado por la IA tiene un amplio camino por recorrer. La colaboración entre consumidores y empresas con canales de pago digital será fundamental para nutrir las capacidades de la IA y continuar fomentando la preferencia por este canal ágil, impulsando así el desarrollo económico regional y apoyando a pequeñas y medianas empresas. Según publica Expansión México
