Según publica el portal RetailDive
Los expertos dicen que esta temporada de compras no será probablemente como el año pasado, ni como el año anterior, ni como el año anterior a ese.
A medida que el verano llega a su fin, los minoristas se están preparando para las importantes temporadas de compras de regreso a clases y las fiestas navideñas. Hasta ahora, en 2023, a pesar de la inflación, la incertidumbre económica y la priorización del gasto en experiencias sobre bienes, los consumidores han respondido bastante bien para la industria. Sin embargo, incluso con la primera mitad del año terminada, es difícil saber qué nos depara el futuro.
Esto se debe en parte a que las festividades recientes no están proporcionando muchas pistas, según Meghann Martindale, jefa de investigación minorista en Madison Marquette.
Durante el punto álgido de la pandemia en 2020, las personas que se encontraban en casa gastaron principalmente en bienes; la temporada navideña de 2021 marcó el comienzo de un año de gastos excesivos, incluida la renovación de guardarropas; y, en 2022, a pesar de la inflación, los compradores navideños estaban en su mayoría dispuestos a gastar. Pero esta Navidad no será probablemente como el año pasado, ni como el año anterior, ni como el año anterior a ese, dijo Martindale por teléfono.
«El año pasado, los consumidores todavía estaban un poco en la euforia de ‘Genial, todo ha vuelto a la normalidad. Vamos a gastar como si no nos importara'», dijo. «No sé si los consumidores serán tan optimistas este año».
A medida que se acerca la temporada, estas son algunas de las fuerzas que están trabajando a favor y en contra de los minoristas.
Primero, las buenas noticias:
La inflación está a la baja:
En 2022, el gasto navideño aumentó casi un 7% respecto al año anterior, pero gran parte de eso se debió a la inflación, según GlobalData. Si bien este año los precios han estado disminuyendo al menos en cierta medida en muchas categorías, el costo de la gasolina, los alimentos y otros productos esenciales redujo el presupuesto de gasto discrecional de muchos hogares durante gran parte del primer semestre. La tasa de inflación de junio fue del 3%, la más baja en más de dos años, según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos. Eso fue lo suficientemente moderado como para aumentar el volumen de unidades y no solo el gasto en algunos segmentos.
El sentimiento del consumidor está en alza:
Más recientemente, la confianza del consumidor, que había estado en niveles bajos, subió en julio al nivel más alto en dos años, según el Índice de Confianza del Consumidor de la Junta de Conferencias.
El «University of Michigan Survey of Consumers» también encontró que el sentimiento del consumidor aumentó por segundo mes consecutivo, «aumentando un 11% por encima de junio y alcanzando su lectura más favorable desde octubre de 2021», según un informe de la Directora Joanne Hsu.
El elevado sentimiento podría deberse a buenas noticias económicas en términos reales. El empleo se mantiene sólido y los salarios reales han aumentado, superando incluso la inflación, según los analistas del Telsey Advisory Group, Dana Telsey y Joseph Feldman. Los analistas de Morgan Stanley la semana pasada llegaron incluso a acreditar a las políticas de «Bidenomics», específicamente las políticas de infraestructura y manufactura de la Casa Blanca, por impulsar el crecimiento del PIB y reducir la probabilidad de una recesión.
«Con unos meses por delante hasta la temporada de fiestas, el pronóstico es incierto, pero esperanzador», dijo Sherry Smith, directora general de empresas globales en Criteo, una empresa de tecnología de marketing de rendimiento, por correo electrónico. «A pesar de los desafíos económicos, los consumidores seguirán aprovechando al máximo cada momento en esta temporada de fiestas, lo que incluye adelantarse en sus compras navideñas».
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