España baja precios de la moda mientras aumentan en toda Europa

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  • El Índice de Precio al Consumo (IPC) armonizado del vestido y el calzado se ha contraído un 1,1% en agosto y encadena ya cinco meses en descenso, según datos de Eurostat.

Poco ha durado el espejismo de que la moda podía recuperar valor en España. En un contexto generalizado de inflación, España es el único país europeo donde los precios del vestido y el calzado se han reducido de forma continuada en los últimos meses, según datos de la agencia estadística europea Eurostat.

En concreto, el IPC se contrajo un 1,1% en agosto, con lo que el sector encadena ya cinco meses de deflación en el mercado español. Sólo otro país europeo, Portugal, ha reducido también sus precios de la ropa en agosto, aunque de forma mucho más moderada, de sólo el 0,2%.


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La inflación de la moda en España alcanzó su pico más alto en enero de 2022, con un alza del 4,5%, seguido por otra subida del 4,2% en febrero. Sin embargo, en mayo la tendencia se revirtió, y los precios bajaron un 4,2% respecto al mismo periodo del año anterior. En junio, volvieron a contraerse un 4,2%. En lo que va de año, los precios han cerrado ya seis meses en descenso.

En cambio, Estonia es el país de la Unión Europea que registra la mayor inflación en el sector del vestido y el calzado. El estado ha alcanzado una cifra del 12,4% en los últimos datos recogidos en agosto de este año.

Rumanía es el país que sigue a Estonia, con una subida 11,3% respecto a 2022. Le siguen Croacia y República Checa, con una subida del 10,9%, y los Países Bajos, donde los precios han subido un 10,7%, respecto al año pasado. Un repunte también elevado se ha registrado en Austria, que ha subido un 5,7% este año respecto a la caída en el mismo período del año pasado.

Por su parte, países como Letonia, Malta, Finlandia o Suecia, se han mantenido con porcentajes que se sitúan alrededor del 2% y el 3% desde agosto del año pasado hasta las últimas cifras de agosto registradas en el actual ejercicio.

Por lo que corresponde a la Unión Europea, la inflación se ha hecho notar con una subida de hasta el 4,7% en agosto. Este año, el pico más alto de la UE se lo llevó febrero, con una subida del IPC del 5,9%, alentado también por la escalada del precio de la electricidad.

El Índice de Precios de Consumo (IPC) es un indicador que mide la evolución de los precios de los bienes y servicios de consumo adquiridos por los hogares residentes. A escala global, el IPC se disparó a raíz de la guerra en Ucrania, que provocó un aumento de los precios de algunos alimentos y de la energía, aunque la subida de costes de la electricidad llevaba ya meses subiendo.

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