Danone, Bimbo anuncian el cierre de dos de sus fábricas en España

Logo bimbo. Grupo Bimbo

Danone, Bimbo… el auge de la marca blanca y los cambios en el consumo se llevan por delante fábricas en España

  • Los productos de fabricante llevan meses sufriendo caídas de ventas relevantes debido al incremento de precios en alimentación
  • Multinacionales analizan su capacidad de ser «competitivos» en las diferentes categorías de productos para mantener las plantas

Corren tiempos complicados para las marcas de fabricante. Protagonistas en todos los hogares españoles desde hace décadas, grandes compañías comienzan a revisar si el mantenimiento de todas sus fábricas tiene sentido, en un momento el que la producción se está viendo menguada mientras la marca blanca bate sus mejores cifras históricas de ventas mes a mes. Este proceso de revisión se da en el caso de multinacionales como Danone o Bimbo. En los últimos días, las dos han anunciado el cierre de dos de sus fábricas en España.

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En el caso de Danone, la compañía ha explicado a los sindicatos que tiene intención de cesar la actividad de la fábrica ubicada en Paret del Vallès (Barcelona), que se dedica a producir las marcas Oykos, Alpro y Vitalinea y emplea a cerca de 160 trabajadores. Aunque de forma oficial el gigante de los yogures evita desglosar las razones del cierre –menciona «un proceso local de racionalización con el objeto de fortalecer la competitividad de las marcas y ganar eficiencia industrial»–, los representantes de los trabajadores sí entran en detalles: «Nos han dicho que hay una disminución de las ventas importante de los productos que se fabrican. Que han intentado poder remontar la situación, pero la caída de volúmenes de producción es continua y al parecer no ha sido posible mantener más la situación», apuntan fuentes de UGT consultadas por este periódico.

En esta línea, los trabajadores de la planta eran «conscientes de que pasaba algo, porque la producción no aumentaba ya había cierta preocupación, porque no había inversiones. Los compañeros sabían que la situación no era muy normal, pero estaban tranquilos porque el trabajo continuaba y no esperaban este final», recuerdan desde el sindicato.

La situación de la planta catalana de Danone es similar a la que ocurrió con la de su fábrica de Salas (Asturias), que bajó la persiana en 2022 y empleaba a 80 personas. En este caso, se dedicaba sobre todo al queso fresco, flan de queso y postres en calientes, cuya demanda también estaba cayendo, dijeron entonces desde la compañía. En abril del año pasado se hizo con esta planta la multinacional láctea holandesa Royal A-ware, para producir mozzarella.

El caso de Danone, sin embargo, no es único. También a finales de la semana pasada el gigante Bimbo comunicó a los sindicatos el cierre de su planta de El Verger (Alicante), con casi un centenar de empleados dedicados a la producción de pan tostado y de los snacks Takis. «La necesidad de reorganizar la capacidad de producción de ciertos productos para cubrir la demanda del mercado europeo y la compleja situación del sector de pan brasa han llevado a tomar la decisión del cese de la actividad de la planta», explican desde la empresa, que comenzará ahora a negociar con los representantes de los trabajadores. En el caso de los productos que fabrica Bimbo en la planta alicantina, «el mercado de tostados pierde relevancia y volumen en los últimos años. La planta de El Vergel no nos da la oportunidad de ser competitivos en el segmento de pan brasa en el medio y largo plazo, ni de adaptarnos a la innovación que el consumidor nos está demandando», explican fuentes de Bimbo, que aseguran no obstante que siguen apostando por la categoría «y la producción está garantizada».

Así, aunque los motivos de las compañías para bajar la persiana a estas fábricas son variados, las fuentes consultadas apuntan de forma directa al auge de la marca blanca que, debido al incremento de los precios, está alcanzando niveles de venta en España nunca antes vistos. De hecho, en algunos momentos ha llegado a copar la mitad de las cestas de alimentación. Danone, que ha presumido y utilizado como eslogan además su decisión de no fabricar «para otras marcas», se está viendo dañada por la decisión de los clientes de comprar la versión del yogur de marca de distribuidor.

De hecho, según un estudio de 2022 de EAE Business School, los lácteos, yogures y postres (74,5%) son una de las categorías preferidas por el consumidor para comprar marca de distribuidor, junto con los productos de higiene del hogar (75,8%), alimentos envasados (61,9%) e higiene personal (60,7%).

Menos marcas en el súper

En momentos de ahorro, las marcas de fabricante pierden.El cambio en la forma de consumir de los últimos ejercicios debido al incremento de precios que se ha registrado en alimentación se apunta como una de las razones para esta consecuencia: la de los cierres.

De este cambio de hábitos y preferencias de consumo se deriva la decisión de los distribuidores de incrementar en sus lineales el peso de la marca blanca, invirtiendo en nuevos productos y categorías, al tiempo que ceden menos espacio a las innovaciones marcas de fabricante o, directamente no ofrecen sus productos por desacuerdos en los precios, como está ocurriendo en el caso de Carrefour y PepsiCo.

Una vez tomada la decisión, Danone insiste en que trabajará con los sindicatos para «ofrecer las mejores soluciones posibles, y minimizar el impacto en los empleados de la planta», con «el compromiso de promover la reindustrialización, con el firme propósito de facilitar la continuidad industrial en la zona y minimizar el impacto laboral». Por el momento, se han ofrecido a mediar en el caso tanto la Generalitat de Cataluña, con quien se reunieron ayer por la tarde, como el Ministerio de Industria, cuya secretaria de Estado, Rebeca Torró, ya se ha puesto en contacto tanto con la empresa como con los sindicatos.

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