La empresa quiere exportar la experiencia en España al mercado italiano para conseguir los mismos resultados.
Polar aumenta sus pulsaciones. La filial ibérica de la empresa finlandesa ha crecido un 9% en 2020 por el aumento de la demanda del deporte tras el confinamiento y ha cerrado en números negros, como todos los años desde 2002. Con sede central en Oulu, Finlandia, Polar opera en más de ochenta países y sus productos se distribuyen a través de más de 35.000 puntos de venta en todo el mundo.
En España, la empresa tiene sede en Barcelona y cuenta con más de 400 clientes y presencia en más de 700 puntos de venta. La plantilla de Polar en España está formada por quince personas. Actualmente, el ecommerce representa un 45% de sus ventas, tras haberse disparado con la pandemia. El mercado ibérico representa el 8% del total del negocio de la compañía. La empresa tiene sus almacenes centralizados en Países Bajos, así como su servicio técnico.
Polar ha reorganizado sus regiones, por lo que el 1 de enero puso a su hasta ahora director general de la filial ibérica, al frente del negocio italiano y dirigirá la gestión de los equipos de ventas, márketing, finanzas y operaciones de las dos filiales, ubicadas en Barcelona y Bolonia. “Buscamos sinergias para acelerar el crecimiento en la región; hasta ahora, la Península Ibérica ha tenido un desarrollo importante gracias a la transformación y la inversión digital en cuanto a creación de demanda, queremos exportar la experiencia”, manifiesta Manu Lafora, responsable de Polar en España e Italia.
Conoce más aquí