Cambios en el panorama inflacionario, las tendencias se revierten para las familias más vulnerables, el reciente informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane) para diciembre del año pasado no solo marcó el cierre del balance del costo de vida en 2023, sino que también confirmó una tendencia a la baja que persiste desde hace nueve meses en el país.
La inflación para el último mes de 2023 se ubicó en 9,28%, mostrando una disminución de 3,84 puntos porcentuales en comparación con diciembre de 2022, cuando alcanzó el 13,12%. Estos resultados, aunque por debajo de algunas estimaciones gubernamentales y de centros de análisis, revelaron un dato particularmente significativo: las familias más pobres ya no son las más afectadas por la inflación.
Vea: Gopass acelera su expansión en 2024, duplicará su presencia en peajes
En un análisis detallado por clases sociales, la inflación en la clase alta fue del 9,80%, en la clase media se situó en 9,26%, en las familias vulnerables fue del 8,69%, y entre los más pobres registró el 8,19%. Este cambio en las tendencias de gasto, que se viene manifestando desde hace 10 meses, indica una reversión en el impacto del costo de vida para las familias más vulnerables del país.
Expertos atribuyen este cambio principalmente a la disminución en los precios de los alimentos y la canasta básica, factores cruciales que afectan directamente a la clase vulnerable y pobre de Colombia. La caída en los precios ha sido fundamental para que la inflación regrese a un dígito después de casi un año y medio.
Comparando el informe con diciembre de 2022, las subclases que más contribuyeron al índice total fueron combustibles para vehículos (44,80%), arriendo imputado (7,50%), comidas en establecimientos de servicio a la mesa y autoservicio (12,93%), electricidad (20,74%), arriendo efectivo (7,64%) y transporte urbano (que incluye tren y metro) (11,51%).
El análisis también destaca que la inflación de alimentos continuó descendiendo de manera destacada, alcanzando su nivel más bajo desde abril de 2021, con una variación mensual negativa del 5%. Sin embargo, la inflación sin alimentos se moderó ligeramente, pasando de 10,61% en noviembre a 10,33% en diciembre.
Expertos de BBVA Research pronostican que la inflación tendrá espacio para seguir descendiendo al inicio de 2024 debido al fuerte efecto base de 2023. No obstante, señalan que los procesos de indexación tradicionales al inicio del año podrían mitigar dicho descenso, esperando que la inflación cierre cerca del 5,4% en 2024.
A pesar de estas noticias alentadoras, María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia, insta a acciones público-privadas para continuar con la disminución de la inflación, dado que el 2024 comienza en un contexto de desaceleración económica. Advierte sobre el aumento del salario mínimo, el incremento de peajes y SOAT por encima del IPC, y los posibles impactos del fenómeno del Niño en el costo de servicios públicos y la congelación del precio del diésel.
Los analistas también subrayan la importancia de estar atentos a los cambios en los precios de los combustibles, especialmente del ACPM, ya que las próximas alzas tendrán un impacto directo en el costo de vida. Según publica Portafolio
