Incendios arrasan con parques naturales bolivianos

incendio  Ciudad  Caucel

La devastación ambiental ha tomado un giro alarmante en Bolivia, donde al menos cinco parques naturales, incluyendo bosques amazónicos, están siendo consumidos por incendios que han arrasado casi tres millones de hectáreas en cuatro regiones del país, según un informe de la Defensoría del Pueblo. La magnitud de la crisis ha afectado a grupos indígenas y comunidades locales, quienes se encuentran en la línea de fuego de esta catástrofe medioambiental. Aunque la práctica tradicional de ‘chaqueos’, realizada por pequeños agricultores, es señalada como una de las causas, la contribución de empresarios que buscan expandir pastizales para el ganado también ha exacerbado la situación, especialmente en las regiones del este del país.

En medio de la sequía que azota a Bolivia, la respuesta a los incendios ha sido cuestionada, y la Defensoría del Pueblo ha identificado «una inadecuada respuesta» y «altas debilidades» en diversos niveles del Estado para combatir los incendios forestales. Entre los parques afectados se encuentran el Parque Nacional Madidi, considerado el más biodiverso del mundo, el Parque Noel Kempff Mercado, el Parque Nacional y Territorio Indígena Isiboro Sécure, el Parque Nacional Amboró y la Reserva de la Biósfera y Tierra Comunitaria de Origen Pilón Laja.


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La situación ha generado una crisis humanitaria y ambiental, con la evacuación de comunidades indígenas y campesinas en áreas turísticas como San Buenaventura y Rurrenabaque. Las pérdidas de vida animal son estimadas en cifras alarmantes, con el biólogo holandés boliviano Vincent Vos sugiriendo que hasta diez millones de mamíferos podrían haber perecido en los incendios. La controversia en torno al decreto 4334 de 2020, que permite la ampliación de las prácticas de ‘chaqueos’ en ciertas zonas, ha llevado a críticas de organizaciones ambientalistas hacia el Gobierno de Luis Arce.

A medida que el fuego amenaza con devorar vastas extensiones de bosques, la comunidad internacional ha expresado su preocupación, exigiendo que se tomen medidas urgentes para apagar los incendios, prevenir futuros desastres y respetar los derechos humanos. Con la detención de 51 personas acusadas de provocar los incendios, la situación sigue siendo crítica, y la impotencia se cierne sobre las comunidades afectadas, que luchan por contener las llamas que amenazan con dejar a Bolivia sin sus preciosos bosques.

Con información de France 24