En el marco de las acciones para posibilitar el acceso de las pymes locales a las bocas de expendio de alimentos, desde hace tiempo se ha venido trabajando.
Ante la aceleración de los precios, el tema retoma vigencia.
“Ya en agosto del año pasado, hicimos un relevamiento y publicitando la Ley de Góndolas, para generar el ámbito en supermercados de 800 metros cuadrados que en Junín son dos, Changomás y La Anónima, de Ruta 7. En la oportunidad avanzamos con alrededor de 15 pymes locales que estaban interesadas, pero sólo se concretaron dos o tres”, explicó Mariano Gentilucci, del Club de Emprendedores de Junín. “Fue una oportunidad, porque ingresaron, pero la tasa fue muy baja”.
Admitió que hay condicionamientos, “por fuera de la ley” que limita en muchos casos la capacidad de los productores locales. Gentilucci contó “por ejemplo, un caso, donde se llegó a un acuerdo pero la logística señalaba que la entrega debía realizarse en Capital Federal, y el fraccionado estaba a cargo del productor. Allí nos dimos cuenta que la Ley de Góndolas da el marco para que puedan participar, pero los supermercados tienen una exigencia que los termina dejando afuera”.
Por otro lado, Gentilucci afirmó que la intención de las pymes se encuentra con otra realidad (al tratar de abordar esos canales de venta), ya que cuando el productor tiene que marcar a cuanto vende el producto tiene que multiplicarlo porque cuando llega el descuento final de lo que percibe en un período de 30 o 60 días, no les alcanza ni para cubrir el costo”.
Esfuerzo
Asimismo, Gentilucci manifestó que el esfuerzo de los productores pymes por ocupar su lugar en los comercios de cercanía o barriales, también exigen una logística particular con vendedores en la calle y entrega. Ello significa que intervengan tantos actores que el costo final del producto tenga muchas variables.
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