El canal farmacias registró una fuerte demanda durante la pandemia, sobre todo en productos como suplementos vitamínicos y analgésicos. En tanto, este año las ventas se desaceleraron, aunque se mantiene una tendencia positiva.
El coronavirus no solo revolucionó la demanda en los supermercados, que durante la previa del aislamiento obligatorio vieron un boom de stockeo de artículos no perecederos. También se registró un fuerte incremento en las ventas de las farmacias a lo largo del 2020 y el 2021.
Durante el año pasado, según datos de Scentia, todos los meses, salvo enero, registraron resultados positivos en volúmenes dentro de este canal. Y buena parte de esa demanda estuvo apalancada por productos de venta libre como los suplementos vitamínicos -para reforzar las defensas ante la pandemia- y los analgésicos, también relacionados con el COVID-19.
Ahora, en este 2022 la tendencia cambió, de la mano de la evolución de la campaña de vacunación en todo el país. Sin embargo, las ventas en las farmacias continúan con niveles positivos, incluso en categorías no tradicionales de esta canal, como las bebidas y los impulsivos.
En esa línea, cada vez más cadenas de este sector agregan nuevas categorías a sus puntos de venta, diversificándose no solo en los medicamentos con receta y de venta libre sino también con otros artículos relacionados, como el cuidado personal, perfumería, higiene del hogar, y hasta snacks, accesorios, indumentaria, entre otros.
De esta manera, en el acumulado del año las farmacias lograron trepar un 7,6% hasta julio, según el último informe multicanal de la consultora que encabeza Osvaldo del Río. Para acompañar este desarrollo, los retailers de la industria buscan potenciar sus tiendas físicas y el canal digital, que está ganando terreno, con alternativas como hacer pedidos por WhatsApp, plataformas propias y marketplaces.
De acuerdo con el informe de Scentia, de enero a julio del 2022 las cantidades vendidas de medicamentos y accesorios aumentaron un 7,6%, pero se destaca la performance de las bebidas sin alcohol, que crecieron un 31,2%. En contrapartida, los perecederos acumulan una merma del -40,3%.
A su vez, vale la pena destacar el comportamiento de la categoría de higiene del hogar. El relevamiento muestra que en los primeros siete meses del año este rubro perdió un -16%. Esto también tiene que ver con la salida de la pandemia y la entrada a la nueva normalidad, con una baja en la demanda de productos desinfectantes, como la lavandina, y los aerosoles ambientales, por caso.
Fuente: Trade y Retail
