Según publica AmericaRetail & Malls, la reciente polémica entre supermercadistas y el gobierno nacional sobre las promociones de productos ha desencadenado un aumento significativo en los precios de los alimentos en Argentina. Según un estudio realizado por la consultora LCG durante los primeros 15 días de marzo, los precios de los alimentos de la canasta básica han aumentado un 6,9%, lo que representa un incremento preocupante para los consumidores y la economía en general.
Durante la segunda semana del mes, el estudio mostró un aumento del 3,3% en los alimentos, siendo las bebidas el principal impulsor de esta subida. Aunque este incremento es ligeramente menor que el registrado en la primera semana, sigue siendo una señal preocupante de la escalada de precios en el país.
En el acumulado de las últimas cuatro semanas, el aumento promedio de los alimentos ha sido del 11,6%, lo que indica una tendencia al alza sostenida en el corto plazo. Este aumento de precios ha generado un debate acalorado entre el gobierno y los supermercadistas, con diferencias significativas en cuanto a la interpretación de los datos y las políticas necesarias para abordar el problema.
El gobierno ha expresado su preocupación por las promociones de productos que ofrecen descuentos del 70% u 80% en la segunda unidad, argumentando que estas ofertas ocultan la verdadera inflación y distorsionan el índice de precios al consumidor. Sin embargo, muchos supermercadistas y empresarios han criticado esta postura, argumentando que las promociones son una forma legítima de atraer clientes y aumentar las ventas en un momento económico difícil.
La principal crítica de los especialistas es que estas consideraciones confunden conceptos y no tienen en cuenta la complejidad del índice de precios al consumidor. Además, las promociones no siempre se reflejan en el relevamiento de precios, ya que solo se registran si el descuento se aplica a todos los consumidores y no se tiene en cuenta el descuento al momento de pagar en caja.
El presidente Milei ha señalado que, una vez que se eliminan los factores estadísticos y se ajusta el índice de precios al consumidor, el aumento de precios cae a un solo dígito. Sin embargo, esta interpretación ha sido cuestionada por algunos sectores, que argumentan que el aumento de precios es real y está afectando a los consumidores en todo el país.
En respuesta a este aumento de precios, el gobierno anunció la apertura de importaciones para productos de la canasta básica, con el objetivo de aumentar la oferta y moderar el alza de precios al consumidor. Sin embargo, esta medida ha generado preocupación entre muchos sectores productivos, que temen que pueda tener efectos negativos en la economía local.
El aumento de precios en los supermercados argentinos es un problema complejo que requiere una respuesta integral por parte del gobierno y los empresarios. Si bien las promociones pueden ser una estrategia legítima para aumentar las ventas, es importante garantizar que no distorsionen el índice de precios al consumidor y que se tomen medidas para abordar el aumento de precios de manera efectiva y equitativa.
