¿Qué pasará con las gasolineras cuando se impongan los vehículos eléctricos? Según una nueva previsión, el número de puertos públicos de carga rápida para vehículos eléctricos se multiplicará por sesenta entre 2022 y 2050 en Estados Unidos y Canadá. Informa Fast Company
Esta tasa de crecimiento, de la empresa de investigación Wood Mackenzie, es notable por sí sola. Pero plantea una pregunta: ¿Qué tipo de negocios albergarán todos esos cargadores rápidos? ¿Iremos a tiendas de conveniencia como las que ahora venden gasolina? ¿O serán algo nuevo?
Hay tres niveles principales de recarga de EV. Los cargadores de nivel 1 pueden conectarse a una toma de corriente doméstica y pueden tardar un día o más en cargar un EV. Los sistemas de nivel 2 son una mejora de un enchufe normal y pueden cargar un EV en pocas horas; pueden instalarse en casa con un enchufe parecido al de una secadora de ropa, y también son habituales en las estaciones de carga públicas.
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Los cargadores de nivel 3, también llamados cargadores rápidos, pueden hacer su trabajo en el tiempo que se tarda en almorzar; se encuentran principalmente en estaciones públicas como la red de Supercargadores de Tesla.
La mayor parte del crecimiento de los puertos públicos de recarga va a corresponder a los cargadores rápidos, de los que ya hay unos 30.000. Los sistemas de nivel 2 también crecerán, pero a un ritmo más lento.
«Las gasolineras seguirán existiendo, pero con un modelo diferente», afirma Amaiya Khardenavis, analista de Wood Mackenzie. Y muchas de las gasolineras actuales se convertirán en estaciones de recarga de vehículos eléctricos. «Las gasolineras son lugares privilegiados, por lo que son excelentes candidatos para instalar infraestructura de recarga», afirma.
Nick Esch, analista de Wood Mackenzie, describió parte de la competencia que se está produciendo mientras las empresas intentan asegurarse las mejores ubicaciones. «A medida que las redes de recarga de vehículos eléctricos amplían su cobertura, es importante darse cuenta de que no se trata sólo de una apropiación de terrenos, sino de una apropiación de capacidad», afirma.
Con esto quiere decir que los cargadores rápidos necesitan mucha capacidad de red. El promotor de un cargador tiene que trabajar con la compañía eléctrica local para reservar capacidad suficiente para hacer funcionar una estación. Si otro promotor quiere instalar una estación competidora al otro lado de la calle, es posible que tenga que pagar mejoras en la red para poder tener capacidad suficiente.
Aunque las estaciones de recarga ocupen parte del mismo terreno que las gasolineras actuales y tengan otras similitudes, no quiero minimizar la magnitud del cambio que se va a producir.
La disponibilidad de la recarga en casa y en el trabajo significa que los clientes de las estaciones de recarga serán menos población general y más personas con necesidades específicas. Las dos categorías principales serían las personas que realizan viajes largos y las que no tienen acceso a la recarga en casa o en el trabajo.
