Quien avisa no es traidor. ByteDance, la matriz de la célebre app china TikTok, ya advirtió hace unos días que podría llevar a los tribunales al Gobierno de Estados Unidos por vetar sus operaciones en este país y ha cumplido efectivamente su amenaza.
Los artífices de TikTok demandaron este lunes al Ejecutivo de Donald Trump por emitir una orden ejecutiva que les prohíbe cualquier transacción o negocio en suelo estadounidense.
En la demanda consignada ayer por TikTok la app argumenta que la orden ejecutiva del presidente Trump, rubricada a principios de agosto, «no se basa en preocupaciones genuinas de seguridad nacional».
«La orden ejecutiva emitida por la Administración el 6 de agosto de 2020 tiene el potencial de despojar a nuestra comunidad de los derechos sin ninguna evidencia que justifique una acción tan extrema y sin el debido proceso», enfatiza TikTok
El Gobierno de Trump tiene el pleno convencimiento de que TikTok constituye una amenaza para la seguridad nacional, por lo que el pasado 6 de agosto emitió una orden ejecutiva en la que daba a ByteDance un plazo de 45 días para desprenderse de las operaciones de TikTok en Estados Unidos y dejarlas en manos de otra empresa (so pena de desaparecer del mapa en Estados Unidos).
Aproximadamente una semana después, el 14 de agosto, el mandatario estadounidense se descolgó con una segunda orden ejecutiva conminando a ByteDance a deshacerse de sus activos en Estados Unidos en un plazo de 90 días y a eliminar además todos los datos personales recabados en este país.
La demanda de TikTok, que está vinculada a la primera orden ejecutiva emitida por Trump, fue presentada este lunes en el Tribunal Federal para el Distrito Central de California en Los Ángeles y viene a enconar aún más las ya tensas relaciones entre ByteDance y Washington.
En su primer orden ejecutiva contra TikTok Trump hizo valer la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, que se había utilizado previamente para sancionar a gobiernos extranjeros, capos de la droga o piratas informáticos, pero jamás se había aplicado con anterioridad a una empresa global de tecnología.
Estados Unidos constituye a día de hoy unos de los mercados más jugosos para TikTok. No en vano, la app china tiene al otro lado del charco alrededor de 100 millones de usuarios. Desde Washington echan en cara a la app sus supuestos nexos con Pekín, que podría echar así la zarpa sobre los datos personales alojados en la app con fines de espionaje.
El Ejecutivo chino considera que la venta forzada de TikTok (con Microsoft, Twitter y Oracle en calidad de pretendientes) que se está alentado desde Washington quebranta los principios de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Además, el Gobierno de Xi Jinping interpreta la colisión entre TikTok y Washington como un capítulo más de la guerra comercial entre Estados Unidos y China a cuenta del creciente poderío tecnológico del gigante asiático.
Por otra parte, para rizar más el rizo y de acuerdo con informaciones de The Wall Street Journal, la animadversión de Washington hacia TikTok podría haber sido azuzada por el mismísimo Mark Zuckerberg, CEO y fundador de Facebook.
Al parecer Zuckerberg se habría reunido en varias ocasiones con senadores y congresistas de Estados Unidos para advertirles de la amenaza que supondrían las compañías tecnológicas oriundas de China (TikTok en particular) para la economía del país norteamericano.
Además, en un encuentro con estudiantes de Georgetown Zuckerberg quiso recalca que la famosa app china «no comparte el compromiso de Facebook con la libertad de expresión y representa un riesgo para los valores estadounidenses y la supremacía tecnológica».
El CEO de Facebook habría mantenido asimismo una cena privada con Trump en la Casa Blanca a finales del mes de octubre del año pasado. Y en esa velada Zuckerberg habría explicado al mandatario que las empresas chinas constituyen una severa amenaza para las empresas estadounidenses y que esa amenaza debería ser motivo de mayor preocupación para el Gobierno que ejercer un mayor control sobre Facebook.
