La huelga del sindicato automotriz en EE.UU. ha afectado especialmente a las marcas General Motors (GM) y Ford
Tras la falta de acuerdo en la negociación de un contrato colectivo que beneficiaría a más de 140 trabajadores, los empleados de General Motors, Ford y Stellantis detuvieron las operaciones en varias plantas en todo el país
Por primera vez en la historia, el sindicato United Auto Workers (UAW, por sus siglas en inglés) inició una huelga en las plantas de los tres principales fabricantes de autos en Estados Unidos, General Motors (GM), Ford y Stellantis, luego de que no se alcanzara un acuerdo sobre un nuevo contrato colectivo para alrededor de 146 mil empleados. Este viernes, los trabajadores abandonaron tres plantas (una de cada compañía), en Missouri, Michigan y Ohio.
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Las conversaciones entre los involucrados fueron tensas en los últimos días y los expertos ya anticipaban el resultado. El UAW se refirió a la huelga selectiva de tres plantas como “de levantamiento”, que describió como un nuevo enfoque estratégico de manifestación. Asimismo, el sindicato había adelantado que inicialmente planeaba atacar una serie específica de plantas en todo Estados Unidos, con el objetivo de “crear confusión” y presionar a los fabricantes de automóviles.
De acuerdo con CNN, a medida que pase el tiempo, el UAW convocaría a más trabajadores a unirse. “Esto nos da el máximo apalancamiento y flexibilidad en nuestra lucha por conseguir un contrato justo en cada uno de los tres grandes fabricantes de automóviles”, anunció el sindicato.
¿Qué piden los trabajadores?
Entre otros pedidos, United Auto Workers busca un incremento salarial del 40% durante cuatro años, beneficios de jubilación reforzados y el salario completo por una semana laboral acortada de 32 horas. Antes de que iniciara la huelga, las contraofertas de los fabricantes estuvieron debajo de ese 40%. La semana pasada, Stellantis propuso 14,5%.
El movimiento comenzó en la planta de GM en Wentzville, Missouri, donde hay 3600 miembros del sindicato entre los trabajadores. En la de Ford, en Michigan, hay 3300 huelguistas y en la de Stellantis de Toledo, Ohio, 5800. De acuerdo con las estimaciones del medio estadounidense, menos de 13.000 de los 146 mil miembros abandonaron el trabajo.
¿Cuánto costaría la huelga a las empresas de autos y sus trabajadores?
Según proyecciones citadas por NBC News, se estimaba que por cada siete días que los trabajadores estuvieran en huelga, la producción de GM caería en 55.000 vehículos semanales y la de Ford de 65.000, pero esa cifra supondría un paro más amplio del actual. De acuerdo con Goldman Sachs Equity Research, ambas compañías perderían entre 2500 y 3000 millones de dólares en ingresos, respectivamente, por cada semana que dure una huelga generalizada.
Por su parte, como un intento de contrarrestar el impacto para sus miembros, el UAW acumula US$825 millones en un fondo de huelga para pagar a los miembros elegibles 500 dólares a la semana durante el paro de trabajo.
¿Podrían incrementar los precios de los autos por la huelga?
En caso de que se produzcan menos vehículos nuevos, el inventario disponible disminuiría, lo que podría traducirse en un incremento en los precios. Tras la pandemia por Covid-19, la industria todavía enfrenta una crisis de la cadena de suministro mundial en materiales y piezas.
La huelga se produjo luego de que los fabricantes no respondieran a las demandas del sindicato. Al respecto, GM emitió un comunicado. “Estamos decepcionados por las acciones de los dirigentes del UAW, a pesar del paquete económico sin precedentes que GM ha puesto sobre la mesa, que incluye aumentos salariales históricos y compromisos de fabricación. Seguiremos negociando de buena fe con el sindicato para alcanzar un acuerdo lo antes posible en beneficio de los miembros de nuestro equipo, los clientes, los proveedores y las comunidades de todo Estados Unidos”, se leyó en parte del texto.
Una huelga sin precedentes, pero diferente a la prevista
Hace dos días, los temores ante una falta de negociación eran más amplios debido a que se esperaba que todos los miembros de las tres empresas dejaran sus puestos de trabajo, lo que habría significado el mayor movimiento de este tipo de trabajadores activos en Estados Unidos en 25 años.
No obstante, como se trata de una selección de plantas, las otras 22 siguen en producción. Hasta el momento, ninguno de los modelos de autos que se construyen en las sedes en paro son los más vendidos para los tres fabricantes. No se descarta que más trabajadores sean convocados a abandonar sus puestos.
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