Uruguay presenta ambicioso proyecto de remodelación del Estadio Centenario para Postularse como Sede de la Final del Mundial 2030″
En un esfuerzo por organizar conjuntamente la Copa del Mundo 2030, los gobiernos de Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile han presentado una sólida candidatura respaldada por la Conmebol. Esta iniciativa tiene como objetivo evitar la competencia con países europeos por la sede del torneo y, en su lugar, promover la colaboración en un espíritu de unidad. El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, destacó que el fútbol puede servir como un ejemplo de cooperación en un mundo marcado por conflictos y señaló que la intención de evitar una contienda no se debe al temor, sino a la posibilidad de alcanzar acuerdos con los países europeos.
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En un evento en Montevideo, Uruguay, Domínguez subrayó la importancia de honrar la memoria de los organizadores del primer Mundial, que tuvo lugar hace 100 años en Uruguay. La propuesta de candidatura recibió el respaldo tanto del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, como de las autoridades del fútbol europeo. Bajo el nombre tentativo de «Mundial Centenario», se espera que este torneo celebre el legado histórico del evento inaugural.
Parte de la presentación incluyó un ambicioso proyecto de remodelación del Estadio Centenario en Montevideo, que se propone como el escenario para la final del torneo. El proyecto contempla la instalación de techos sobre las tribunas en lugar de la cancha, manteniendo la emblemática Torre de los Homenajes, un patrimonio de la ciudad. Para ser considerado como sede de la final, el estadio debe aumentar su capacidad a 80,000 espectadores, lo que requerirá la construcción de nuevas plateas y modificaciones en el campo de juego.
La aspiración de Uruguay es organizar una o dos series del torneo, además de encuentros definitorios de las fases siguientes y la final. Las autoridades uruguayas enfatizaron la importancia de mantener los estadios en buen estado después del torneo, evitando el destino de algunos estadios en otros países que han quedado en desuso. La infraestructura para las concentraciones de selecciones, canchas de entrenamiento, alojamiento y conectividad son aspectos clave que deben cumplirse para ser una ciudad anfitriona.
La colaboración entre Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile ha fortalecido la candidatura y ha atraído el apoyo de la Conmebol. La región sudamericana se ha convertido en un continente creíble en términos de torneos deportivos, lo que respalda su capacidad para organizar un evento de esta magnitud. La unión de estos países refleja un deseo de conmemorar el primer Mundial y proyectar un futuro conjunto en el fútbol mundial.
