En las playas de José Ignacio, Uruguay, tres amigos argentinos abrieron un parador que apuesta por la sustentabilidad.
Juan Muchnik, Tomás Muñiz y Diego Curi, tres profesionales que no tenían experiencia en el mundo gastronómico, decidieron emprender un proyecto diferente en 2017.
El Chiringo, como se llama el parador, ofrece una propuesta gastronómica de influencia mediterránea y del Río de la Plata, con un amplio menú que incluye opciones vegetarianas, veganas y aptas para celíacos.
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Además, el parador se compromete con el medio ambiente al reciclar casi el 85 % de los residuos que genera.
“Desde que empezamos, tenemos la fuerte convicción de respetar el entorno a nivel social y natural”, dice Juan Muchnik.
El Chiringo también ofrece actividades holísticas como yoga y meditación, para que los clientes puedan disfrutar de una experiencia completa.
“Lo holístico es muy importante porque nos ayuda a conectarnos con nosotros mismos y con la naturaleza”, explica Muchnik.
El parador ha tenido una gran aceptación entre los turistas y los locales de José Ignacio. En sus cinco años de funcionamiento, ha crecido de manera sostenida y hoy puede atender a 120 comensales.
Con información de Clarín
