La pandemia empujó al mundo entero hacia lo digital, lo hizo con los maestros y estudiantes que pasaron del aula y el pizarrón a las clases virtuales, así como con empleadores y empleados que se reorganizaron con el teletrabajo (homeoffice), incluso se trastocó el contacto directo entre paciente y doctor, y se propició la incursión más de lleno hacia la telemedicina.
Y EL DEBER tampoco estuvo exento de estos cambios, con la diferencia de que esta casa periodística ha venido preparándose para el tiempo en que lo digital sea la tendencia dominante en el país para acceder a las informaciones. Así fue como dio el paso sólido y definitivo hacia la transformación digital.
La misma estaba pensada para un plazo más largo, pero el salto se tuvo que reducir de un par de años a cuestión de meses. Durante el primer tiempo, debido a las restricciones de circulación por la pandemia, EL DEBER se vio obligado a suspender la impresión de su tradicional medio impreso y volcó el cien por ciento de su talento periodístico a una inusitada cantidad de notas digitales, y a una incursión mucho más agresiva en el mundo de los formatos audiovisuales y gráficos.
Parte de ese crecimiento fue la puesta en marcha del proyecto de emisiones streaming con un concepto selectivo y de contenidos relevantes acompañados de dos entrevistas diarias. El streaming se desarrolla todos los días a las 18:30 con la presencia de una periodista con mucha experiencia en el mundo de la televisión como lo es Sissi Áñez.
Conoce más aquí
