Transformación digital: Apuros para un sector en transformación

Pizarra con imagen de una flecha, persona subiendo escaleras, en la parte de arriba un bombillo

Las restricciones impuestas para luchar contra la pandemia del covid-19 han supuesto un durísimo golpe para las industrias culturales y creativas. 2020 fue un año aciago y 2021 no parece, por ahora, que vaya a dar muchas alegrías al sector. Anna Villarroya, profesora e investigadora de la UB y directora del Centre de Recerca en Información, Comunicación y Cultura (CRICC), Xavier Cubeles, profesor de economía de las industrias culturales de la Facultad de Comunicación de la UPF y miembro del equipo de consultoría tecnológica de la Fundación Eurecat, Marc Roig, coordinador académico del máster en Producción y Comunicación Cultural de FCRI Blanquerna-URL y Azucena Tena Micó, profesora y doctoranda del mismo máster analizan el futuro del sector.

Más allá de su valor como sector económico, la cultura ha demostrado ser un motor de transformación social. Sin embargo, la pandemia ha situado al sector en un lugar desconocido, con unos recursos cada vez más escasos y unos retos cada vez más complejos. Es momento de reflexionar sobre el valor de la cultura y sobre su necesaria transformación en clave de futuro.


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La actual situación de pandemia global ha evidenciado en nuestras sociedades muchos de los valores analizados desde hace décadas en la academia. La cultura ha demostrado tener un efecto positivo en nuestra salud y bienestar. Las actividades artísticas y culturales que hemos podido desarrollar estos últimos meses, virtualmente o en aforos reducidos, han mejorado nuestro estado de ánimo, la autoestima y han permitido exponernos a un contacto social distinto a cómo lo conocíamos hasta entonces.

En abril de 2020, la Organización Mundial de la Salud recomendaba incluir el arte y la cultura en los sistemas sanitarios. Con carácter pionero a nivel internacional, el Institut Català de la Salut, con el apoyo del Departamento de Cultura, lanzaba en junio de 2020 el programa ‘RecuperART-19’ dirigido a mejorar el estado emocional del colectivo de los profesionales sanitarios a partir del uso de los museos y centros de arte como entornos de reflexión y mejora del bienestar emocional.

La OMS aconsejó el año pasado incluir el arte y la cultura en los sistemas sanitarios

La práctica artística también se asocia a mejoras educativas como la adquisición del lenguaje en etapas tempranas, el rendimiento académico o el aumento de las habilidades cognitivas.

Pero la cultura también es capaz de generar beneficios con un impacto social más amplio. Sabemos que la cultura facilita la inclusión social de los colectivos más vulnerables. Así, la participación en actividades culturales y artísticas de población en riesgo de exclusión ofrece la motivación y las habilidades para una mayor participación cívica, aporta visibilidad a las expresiones minoritarias, y un mayor potencial de reconocimiento mutuo y cooperación entre diferentes grupos en el diálogo intercultural e intergeneracional.

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