IoT o cómo construir el futuro empresarial en un mundo cada vez más interconectado

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Según pública el portal elespanol.com

En un mundo cada vez más interconectado, el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) se está convirtiendo en esencial para las empresas que buscan mejorar su eficiencia y capacidad de innovación. Se estima que en 2025 habrá más de 41.600 millones de dispositivos IoT conectados en todo el mundo, lo que, según IDC, representa un aumento del 64% en comparación con 2020.


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Mejorar la eficiencia operativa, crear nuevos modelos de negocio y enriquecer la experiencia del cliente, son algunas de las principales aplicaciones de esta tecnología. Además, el IoT permite la recopilación y el análisis de datos en tiempo real, lo que a su vez facilita la toma de decisiones.

Pero ¿cómo pueden las empresas manejar un universo de dispositivos conectados? ¿De qué forma lo están haciendo ya? Para conocer los desafíos a los que se enfrenta el mundo empresarial, D+I – EL ESPAÑOL ha reunido a representantes de Seidor, Libelium, Huawei y Cepsa en la mesa redonda Manejar un universo de dispositivos conectados.

“Cosas conectadas ha habido siempre, pero ahora, gracias al abaratamiento de los sensores y de otras tecnologías, casi todo puede convertirse en un pequeño ordenador”, ha manifestado Carlos Polo, director de desarrollo de negocio de Innovation & Ventures en Seidor, quien puntualiza que cualquier cosa es susceptible de ser conectada “siempre que haya un modelo de negocio detrás”.

“Se trata de ganar en productividad y en eficiencia”, ha añadido Javier Solobera, CIO en Libelium. “El IoT es conseguir que las cosas hablen, tener datos para mejorar procesos en empresas, pero también en ciudades, donde aquí el cliente es el ciudadano”.

Por su parte, Jesús Ranz, responsable de IoT e Industria X.O en Cepsa, incorpora una variable más: “Es el mecanismo por el cual podemos incorporar a los procesos de negocio los objetos de manera activa y no sólo como inventario.

Mientras que Víctor Jiménez, IP CTO en Huawei Empresas España, hace referencia a “a cualquier dispositivo en el que no hay intervención humana y tiene que estar comunicado”.

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De balizas a plantas nativas digitales

Aterrizar conceptos como el de IoT requiere de tecnologías facilitadoras. En este caso, sensores, infraestructuras y sistemas de comunicaciones capaces de soportar la transferencia de una ingente cantidad de datos que se prevé vaya en aumento. Más, teniendo en cuenta los proyectos que ya están en marcha en prácticamente todos los ámbitos e industrias.

El director de desarrollo de negocio de Innovation & Ventures en Seidor menciona dos casos paradigmáticos para su compañía, a la vez que diferentes en la aplicación de esta tecnología. Uno son las balizas con IoT homologadas por la DGT, como ejemplo dentro de la movilidad conectada; y otro, su contribución a la transformación digital de Onera, grupo especializado en la fabricación y comercialización de electrodomésticos “que ha cambiado su manera de vender y enfocar su negocio con la aplicación del IoT, e incluso están pensando en ofrecer productos de pago por uso”, explica Polo.

La gama de aplicaciones de la IoT es tan amplia como los sectores susceptibles de ello. Libelium ha ayudado a Red Eléctrica a conocer variables meteorológicas para saber lo que está pasando en cada momento y predecir qué va a pasar en 48 horas. “Esto les ayuda a prever cuánta energía tienen que inyectar en su red”, apunta su CIO. Quien también menciona cómo la “sensorización” está ayudando a crear smart cities para “ayudarles a entender cómo fluye el tráfico y reducir la contaminación y, así, bajas las emisiones en la zona centro”.

En Cepsa están trabajando «mucho» alrededor del “safety, de la seguridad de las personas” detectando, según Ranz, “casos de uso y rediseñando las estaciones de servicio, de forma similar a lo que se hace en sector retail”. Aunque su proyecto más ambicioso es la construcción de una planta nativa digital utilizando todas las tecnologías, incluso IoT. “Tenemos que introducir el IoT en todos y cada uno de los assets para que formen parte activa y autónoma del proceso de producción y de negocio. Y todo de manera sostenible”, sostiene.

Huawei, por su parte, ya empezó en 2016 a mejorar el rendimiento de su propia red interna, que usan empleados en todo el mundo. “Convertirnos todos nuestros dispositivos de networking en sensores. En 2019 conseguimos el objetivo y lo convertimos en un producto”, describe Jiménez.

El IP CTO en Huawei Empresas España alude a la escalada de otro de sus casos de éxito tras integrar en su operativa el etiquetado electrónico con RFID: “Teníamos la infraestructura preparada para esto, pudimos hacerlo fácilmente y, a partir de ahí, integraron la monitorización del consumo eléctrico dentro de la misma red. Esto significa que el IoT bien aplicado es un catalizador de la transformación digital«, afirma.

Desafíos del IoT

Las oportunidades que ofrece esta tecnología no están exentas de retos y desafíos. Uno de ellos es de la privacidad de los datos, pero no es el único. Sobre la mesa se ponen cuestiones como la ciberseguridad, la forma de adoptar el IoT y la unificación de las comunicaciones.

Los ponentes recuerdan que cualquier objeto conectado se puede “secuestrar”cporque, además, suele estar lejos del perímetro de seguridad o se tiene acceso físico a él. «Protegerlos es muy complejo, en un PC puedes instalar un antivirus, pero en un micro que controla un ascensor eso no es fácil”, manifiesta Carlos Polo, director de desarrollo de negocio de Innovation & Ventures en Seidor.

“Las compañías tienen que enfrentarse al mundo IoT de una manera distinta”, aporta Jesús Ranz, responsable de IoT e Industria X.O en Cepsa. Si se tiene en cuenta que ahora las empresas pueden tener millones de objetos conectados, que tienen que controlar, Ranz cree que el gran desafío es «cómo securizar toda esa infraestructura con dispositivos distribuidos que no siempre sabemos dónde están y a los que hay que dar la misma seguridad que al resto de las instalaciones”.

En este sentido, Víctor Jiménez, IP CTO en Huawei Empresas España, lanza un aviso: “Todas las empresas van a sufrir ataques, por eso la ciberseguridad no ha de verse como un gasto, sino como un seguro por lo que pueda pasar”.

También recuerda que “todas las tecnologías de comunicación valen para el IoT, pero de forma unificada y con sentido, lo que incluye la IA y el cloud”. Y aquí está otro de los desafíos para los próximos años: “Cuando esté todo sensorizado vendrá la interesante, cómo usar estos datos”.

Un enfoque que también comparte Javier Solobera, CIO en Libelium, al mencionar que la creación de esos espacios de datos permitirá compartirlos dónde se quieran, cómo se quieran y monetizarlos, y apunta a dos tecnologías más que marcarán el futuro del IoT. Uno de ellos es el blockchain, “para garantizar que lo que se ha medido no ha sido modificado” y tecnologías de conectividad vía satélite “porque ahora mismo hay muchas regiones del mundo donde no se puede sensorizar”.

El Internet de las Cosas (IoT) se presenta como una herramienta fundamental en el panorama empresarial actual, brindando nuevas oportunidades para mejorar la eficiencia, desarrollar nuevos modelos de negocio y enriquecer la experiencia del cliente. El IoT no sólo es una revolución tecnológica, sino también un cambio en la forma en que las empresas operan y se relacionan con su entorno.

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