Xiaomi registró unas pérdidas netas de 588 millones de yuanes (83 millones de euros), frente a unas ganancias de 1.100 millones de euros en el mismo periodo de 2021
Xiaomi, el mayor fabricante chino de smartphones, y uno de los mayores del mundo, facturó 73.400 millones de yuanes (10.350 millones de euros) entre enero y marzo, lo que supone un descenso del 4,6%.
Pese a que supone la primera caída de ingresos de su historia, la compañía batió ligeramente las previsiones de los analistas, que ya descontaban los citados factores adversos junto el impacto de la guerra en Ucrania y la inflación, y esperaban una facturación de 72.500 millones de yuanes.
Xiaomi registró unas pérdidas netas de 588 millones de yuanes (83 millones de euros), frente a unas ganancias de 1.100 millones de euros en el mismo periodo de 2021, debido, en gran parte, a la devaluación de algunas de sus inversiones en firmas tecnológicas y de otros sectores.
Confinamientos y logística
«La pandemia de Covid en China ha impactado con fuerza en nuestras operaciones y en la logística. También afectó a la disposición de los consumidores a comprar móviles», ha afirmado el presidente de Xiaomi, Wang Xiang. Y ha añadido: «Los problemas en la logística (global) también han afectado a la venta mundial de móviles».
Los fabricantes chinos de smartphones viven una complicada situación en su principal mercado por los estrictos confinamientos decretados por el Gobierno en ciudades como Pekín, Shanghái y otras grandes urbes para contener la pandemia.
Esta política del Ejecutivo ha afectado a la demanda de los consumidores, las ventas de las compañías y a la cadena de suministro tanto doméstica como exterior. Además, las grandes fábricas de microchips en Shanghái trabajan con restricciones desde marzo por el Covid, lo que ha agravado la situación.
A este escenario global se han sumado la invasión rusa de Ucrania y la consiguiente ralentización económica, y una inflación disparada que merma el poder de compra de los consumidores.
El negocio de móviles representa en torno al 60% de los ingresos de Xiaomi y el grupo lleva años intentando impulsar su filial de dispositivos conectados, televisores, tablets e incluso está invirtiendo en el coche eléctrico.
