Su director financiero, Nik Jhangiani, aclaró que a la escasez de estas materias primas también se había sumado un factor que ya está afectando a la operativa de gigantes como Ikea o McDonald’s: la falta de disponibilidad de conductores de vehículos pesados.
La solución como prioridad
A pesar de estar “muy contentos” con su desempeño, con niveles de servicios “más altos que muchos competidores del mercado”, Jhangiani apunta que, “como en todos los sectores, todavía existen problemas logísticos”.
En el particular caso de Coca-Cola, explica, el foco está puesto sobre todo en la falta de latas de aluminio, reto que están “trabajando con los proveedores y clientes para gestionar con éxito”.
Más presión sobre la cadena de Coca-Cola
Las declaraciones de CCEP se han producido poco después de que la empresa informara que sus ganancias han llegado a casi duplicarse durante los seis primeros meses del año, con 520 millones de euros.
Sin embargo, en los resultados del semestre también ha quedado reflejado el impacto de la pandemia sobre la cadena de suministro global, subrayando que ha habido “una mayor presión sobre la capacidad de CCEP para obtener bienes y servicios clave a precios ventajosos y de mantera oportuna”.