Con 174.000 trabajadores, el 24,5% son autónomos
La pandemia ha aumentado el peso del sector logístico en la economía catalana, hasta el 14,4% del PIB, pero ha reducido también sus plantillas y ha aumentado su precarización, según los datos del Observatorio del sector elaborado por la empresa pública Cimalsa con la participación de la Generalitat y expertos y empresas del sector. Así, durante el 2020, el sector redujo el empleo en un 1,9%, hasta los 174.000 trabajadores, mientras aumentó el porcentaje de ellos que son autónomos, hasta el 24,5%, muy por encima de la media de la economía catalana.
Según Isidre Gavin, secretario de Mobilitat del departament de Territori i Sostenibilitat, el observatorio refleja los cambios sociales y económicos que ha causado la pandemia: sectores en los que trabajan empresas grandes (como el automóvil, los derivados del petróleo o las grandes superficies) redujeron con fuerza las ventas por las restricciones a la movilidad que impuso el confinamiento mientras se disparó un 25,5% la actividad vinculada al comercio electrónico, que incluye reparto de proximidad donde tienen más peso los autónomos. Así, explica Gavin, en plena pandemia se incrementó un 8,6% el número de empresas que realizan actividad postal y de correos, y un 34% las dedicadas a paquetería y distribución urbana.
Catalunya cuenta con 351 ‘start-ups’ del sector logístico, que sostienen 3.600 puestos de trabajo
El estudio de Cimalsa, la empresa pública que preside Enric Ticó, destaca que la pandemia ha consolidado también el ecosistema de start-ups , del que forman parte 351 empresas y que genera ya 3.600 puestos de trabajo. El 37% de estas empresas son plataformas de comercio electrónico, a menudo dirigidas a productos o consumidores nicho. Les siguen las dedicadas a las ciudades inteligentes ( Smart cities , 7%), a la entrega en la última milla (6%) y con pesos similares las de programación empresarial, big data , inteligencia artificial y urbanismo.
El aumento en el número de empresas logísticas y la fuerza de las empresas emergentes innovadoras son dos factores que contribuye a la atomización del sector, reconoce Gavin: de media las empresas catalanas de transporte por carretera tienen 2,6 empleados, cuando la media española es de 3,3 y en un país como Alemania es de 11,8.
Gavin explicó que el Observatorio quiere convertirse en un instrumento para afrontar los retos del sector, entre ellos la descarbonización. Según el estudio, el transporte por carretera continúa siendo muy mayoritario (76%), mientras que el ferrocarril es la asignatura pendiente con solo el 2%. “La estrategia logística del Govern, que aprobamos hace un año, prioriza aumentar el peso del ferrocarril”, recordó.
