La industria de la moda se frenará en 2023

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Según publica el portal Revista Inforetail La industria de la moda se frenará en 2023. La industria de la moda va camino de una “desaceleración mundial”, según revela el informe The State of Fashion 2023 elaborado por The Business of Fashion (BoF) y McKinsey & Company sobre el futuro de este segmento.

La combinación de la guerra en Ucrania, el aumento de la inflación y las presiones de la cadena de suministro

El análisis establece que la combinación de la guerra en Ucrania, el aumento de la inflación y las presiones de la cadena de suministro está creando un panorama sombrío para las empresas del gremio, que, en un 56%, consideran que sus condiciones empeorarán a lo largo del próximo año.


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Fortalecida inmediatamente después de abandonar la crisis sanitaria, la industria de la moda ha visto crecer sus ingresos a nivel global un 21% interanual en 2021, cifras que han continuado en aumento a lo largo del presente año, con un aumento de los ingresos del 13% en el primer semestre.

La industria de la moda se frenará en 2023

María Miralles (McKinsey): «Cuando la industria de la moda estaba a punto de recuperarse de la pandemia, las condiciones macroeconómicas y geopolíticas la han golpeado con fuerza»

Sin embargo, los acontecimientos que han ido jalonando 2022 han supuesto desafíos sin precedentes para los operadores, que han visto mermados sus logros e interrumpido sus progresos a medida que avanzaba el curso.

“Justo cuando la industria de la moda estaba a punto de recuperarse de la pandemia del Covid-19, el declive de las condiciones macroeconómicas y geopolíticas ha impactado con fuerza en la segunda mitad del año 2022”, resume la socia de McKinsey que lidera el área de consumo en España, María Miralles.

La guerra en Ucrania, que comenzó en febrero, conmocionó al sector y desencadenó una crisis energética en toda Europa. En medio de esta situación, los responsables de la industria han tenido que moverse por una economía mundial cada vez más frágil, con consecuencias directas para 2023.

Como resultado, el 85% de los ejecutivos de la moda prevé que la inflación será un desafío el próximo año, y el 58% cree que la crisis energética seguirá debilitando el mercado. Con la previsión de que el PIB mundial caiga aproximadamente un 2,5% en 2023, la amenaza de recesión se cierne sobre muchos países.

Cambios en el sector

El aumento de la inflación en muchas de las principales economías ha creado una crisis del coste de vida que está llevando a muchos consumidores a reconsiderar, o cambiar directamente, sus hábitos de gasto, lo que presiona a las marcas para seguir resultando atractivas para los consumidores.

Los hogares con mayores ingresos se verán menos afectados por esta crisis y seguirán comprando, en particular, artículos de lujo; mientras que los hogares con menores ingresos intentarán reducir o eliminar gastos discrecionales en artículos como la ropa, o lo harán en outlets o artículos con descuento.

El incierto panorama económico implica también un cambio en la ubicación de las principales compañías de moda, que darán prioridad a nuevas zonas con gran potencial. En este sentido, China, motor de crecimiento de la industria durante años, desacelerará, y países como los emplazados en Oriente Medio se convertirán en los nuevos vectores de crecimiento del sector.

Además, la forma en que las marcas comunican sus certificados de sostenibilidad a los consumidores será objeto de escrutinio, a medida que intentan evitar las acusaciones de greenwashing.

Diez consignas de futuro

Aunque el informe prevé una desaceleración general del sector, existen algunas oportunidades. Las principales llegan de la mano de los mercados del lujo, cuyas ventas se prevé que crezcan globalmente entre un 5% y un 10% en 2023, frente a un 2% negativo y un 3% positivo para el resto de la industria.

Por otro lado, el aumento de empresas creadoras de valor, y la resiliencia adquirida por las ya veteranas en el mercado, aporta una base sólida para que la industria pueda superar un 2023 que se plantea difícil.

Para construir esta base, The State of Fashion 2023 apunta una decena de puntos clave para definir las estrategias para 2023, que son los siguientes:

1. Fragilidad global: Los factores desestabilizadores hacen prever que el PIB mundial caiga hasta aproximadamente el 2,5% en 2023.

2. Realidades Regionales: Los países de Oriente Medio y Estados Unidos serán los focos de la industria de la moda el año próximo.

3. Gasto a dos bandas: La inflación desafiará el comportamiento de los consumidores: solo aquellos con altos ingresos seguirán consumiendo moda.

4. Moda fluida: Las líneas entre la ropa masculina y la femenina están cada vez más difuminadas y las marcas lo aprovechan para replantearse y optimizar sus procesos.

5. La ropa formal se reinventa: La ropa formal se antoja como la categoría más resistente dado que el consumidor se replantea su forma de vestir en actos especiales.

6. Cálculos de la venta directa al consumidor: Los costes del marketing digital aumentan y el crecimiento del e-commerce se normaliza lo que dificulta la rentabilidad del negocio online.

7. La lucha contra el greenwashing: Los consumidores europeos vigilando de cerca las declaraciones de sostenibilidad de las marcas mientras la UE exige textiles más duraderos y reciclables para 2030.

8. Fabricación para garantizar el futuro: El 65% de los ejecutivos de la industria de la moda se plantea la deslocalización para crear centros para atender a sus mercados nacionales.

9. Marketing digital actualizado: Las normativas de privacidad y los cambios tecnológicos han triplicado el coste del marketing digital de pago.

10. Reforma organizacional: El 55% de los ejecutivos cita la escasez de talento como uno de los principales factores que afecta a su negocio en 2022.

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