El Producto Interior Bruto (PIB) mundial ralentizará su crecimiento y el mundo pasará de un estadio inflacionista a un estanflacionista y un crecimiento tímido tras la pandemia, lastrado por un nuevo shock en la ‘supply chain’.
Europa vuelve a ser escenario de la guerra. Con un conflicto armado abierto entre Rusia y Ucrania, la economía sufre otro gran golpe dos años después de que se declarara la pandemia del Covid-19. El Producto Interior Bruto (PIB) mundial ralentizará su crecimiento y el mundo pasará de un estadio inflacionista a un estanflacionista con los precios disparados y un crecimiento tímido tras la pandemia, lastrado por un nuevo shock en la cadena de suministro.
Con el inicio del conflicto armado, se abren dos grandes escenarios, según Moody’s, que organizó el jueves el webinar Russia-Ukraine Conflict: The Impact on the Global Economy, durante las primeras horas de la invasión de rusa en Ucrania. El primer escenario se basa en una resolución rápida del conflicto, una situación a la que la agenda de rating le da un 55% de posibilidades, mientras que la recuperación lenta del conflicto cuenta con un 33% de posibilidades de suceder.
En el primer escenario, el que pronostica una resolución rápida del conflicto. En esta situación, Occidente impondría un amplio abanico de sanciones a Rusia y sistema financiero del país euroasiático desaparecía del sistema global del comercio, las sanciones comerciales se impondrían y el Nord Stream 2 se bloquearía indefinidamente. Además, el aprovisionamiento de gas y petróleo sufría disrupciones y se dispararía el precio, llevando también a alargar la crisis de la supply chain.
En el escenario menos probable, el del conflicto largo, Rusia invade Ucrania e instala una nueva administración en Kiev, abriendo un amplio periodo de conflicto. De ocurrir así, occidente impone sanciones severas al sistema financiero ruso y prohibiciones de exportaciones, por lo que se reduce sustancialmente la cantidad de petróleo y gas en Europa, se disparará el precio y la falta de metales y minerales impactará de forma significativa en la supply chain.
“Cuanto más se alargue el conflicto, más probabilidades hay de que el aumento de coste se traslade al consumidor final”, señalan desde Moody’s