Reducir el porcentaje de agotados en exhibición, góndolas desabastecidas, incertidumbre sobre donde está la mercadería con existencia en el sistema, es una urgencia del comercio. Una urgencia que muchas veces se transforma en emergencia, una búsqueda descontrolada para subsanar carencias en la operación, como si todo el proceso de recibo, abastecimiento, exhibición y ventas de miles de artículos ya no fuera una dinámica naturalmente compleja.
El día tiene 24 horas. La fuerza de trabajo necesita estar dedicada a actividades esenciales, como atender al consumidor. Sistemas eficaces de gestión asumen el control y el monitoreo de procesos internos, funcionando como un radar, un GPS de la operación. La solución completa en tiempo real para la operación física es una aspiración del retail. Una herramienta capaz de identificar lo que ocurre y prontamente indicar la tarea, reduciendo el ciclo de chequeos y verificaciones. Capaz de liberar empleados de actividades manuales para otras actividades necesarias en cada tienda.
El sistema RUB de gestión automatizada para tiendas físicas de supermercados y venta omnicanal fue creado para eso y posee un track record establecido. Resultados comprobados. Los indicadores de desempeño muestran que RUB es capaz de disminuir los índices de agotados en las góndolas, de niveles superiores al 30% y llevarlos a menos del 5% en tan solo dos o tres meses, tras su implementación.
Son 30 las funciones realizadas por RUB, todas con métricas definidas. El momento para combatir la pérdida de ventas es ahora. No se trata solo de ampliar la rentabilidad, sino también es muy esencial, asegurar la experiencia del consumidor cuyos hábitos de consumo van evolucionando progresivamente, el consumidor es la razón de todos los esfuerzos que GIC realizada en sus clientes, las cadenas de supermercados
Un sondeo de Kantar Worldpanel indica que más del 80% de los shoppers en Brasil, por ejemplo, seguirán utilizando los canales digitales para adquirir sus alimentos, independientemente del momento de crisis del coronavirus. Este es sólo uno de los cambios para el consumidor, que cada vez más tiene la capacidad de elegir diferentes canales de compra, escoger las mercaderías que desea, exigir seguridad durante su proceso de compra en las tiendas o recibir pedidos en línea de una manera ágil. Eso redefine la capacidad de interacción de toda la cadena de valor del comercio minorista actual.
