“Mango descarta salir a Bolsa”

mango

Mango: dos décadas bajo el rumor de la bolsa entre el tamaño y los ‘timings’

El grupo de distribución de moda estructuró ayer su consejo de administración con cinco incorporaciones, cuatro de ellos independientes. Con la gobernanza en orden, el tamaño y el timing son los pasos pendientes hacia el parqué.


Banner_frasco-suscripcion-800x250

El titular de este teletipo de Europa Press podría ser de ayer mismo, pero data en realidad del 30 de enero de 2006. La empresa facturaba entonces menos de mil millones de euros, casi una tercera parte de lo que ingresa hoy, pero la posibilidad de un salto al parqué ya rondaba en cada entrevista. Ayer, la compañía dio un paso que le acerca más a la estructura de la cotizada, al profesionalizar su consejo de administración. Pero el tamaño y los timings continúan siendo algunas de las barreras que hacen reconsiderar la operación.

Mango nunca ha confirmado que la bolsa fuera una opción sobre la mesa, pero siempre ha sido el candidato más natural dentro del sector de la moda en España. La compañía, número dos del sector en España, está controlada al cien por cien por su fundador, Isak Andic, y la bolsa es para muchas empresas de este tipo una vía habitual para garantizar el futuro de la compañía y evitar conflictos cuando hay varios herederos.

La dirección lleva años en manos de un ejecutivo externo a la familia: primero con Enric Casi (fallecido este año), mano derecha de Andic y director general entre 1996 y 2015, y actualmente con Toni Ruiz, que asumió en 2018 la dirección general y que desde 2020 es consejero delegado.

El siguiente paso en la profesionalización llegó ayer mismo, con la incorporación al consejo de administración de cinco nuevos miembros: Margarita Salvans, directora financiera, en calidad de ejecutiva, y cuatro independientes, Jordi Canals, profesor y presidente del Center for Corporate Governance de Iese Business School; Jorge Lucaya, socio fundador de AZ Capital; Jordi Constans, consejero y exconsejero de diversas empresas nacionales e internacionales; y Marc Puig, presidente y consejero delegado de Puig.

Este equilibrio de ejecutivos e independientes en el consejo le acerca más a la estructura de una compañía cotizada, aunque todavía está lejos de los requisitos que exige la bolsa en materia de igualdad, con sólo una mujer de nueve miembros en el consejo.

Este fue también el primer paso que siguió Puig, que previsiblemente saldrá a bolsa el año que viene, para emprender su camino al parqué. En el caso de la compañía de perfumería, el consejo de administración está compuesto por doce miembros, de los cuales sólo cinco son miembros de la familia fundadora. El número está ligeramente por encima de la media de la bolsa española, que se sitúa en diez miembros. En el caso de Mango, está ligeramente por debajo de la media, con nueve miembros.

La Cnmv recomienda que al menos la mitad de los consejeros sean independientes

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv) recomienda que al menos la mitad de los consejeros sean independientes. Puig lo cumple: siete de sus doce consejeros lo son. A partir de marzo, cuando se harán efectivas las nuevas incorporaciones, Mango rozará esa cuota: de los nueve, cuatro son independientes.

Otro de los pasos que siguió Puig en su travesía hacia los mercados de capitales fue ganar tamaño. Aunque no es imprescindible ser muy grande para cotizar, permite acceder a inversores institucionales y captar más liquidez.

Puig engordó a golpe de compras. Mango, por el momento, lo ha hecho de forma orgánica. La empresa cerró el último ejercicio con una facturación de 2.688 millones de euros y ha anticipado ya que prevé finalizar 2023 con un crecimiento a doble dígito, hasta superar los 3.000 millones en ventas. Puig, por su parte, ingresó 3.620 millones de euros en 2022 y tiene un plan de alcanzar 4.500 millones en ventas en 2025.

Mango prevé cerrar este año con una facturación superior a los 3.000 millones de euros

Otro paso, el último normalmente, es la estructura societaria. La matriz de Mango ya es una sociedad anónima, Mango MNG Holding, pero deberían adaptarse los estatutos a los de una empresa cotizada. Otro de los pasos imprescindibles, como contar con una web corporativa, ya los cumple: estrenó una nueva el año pasado.

Vea también: «Bolsas atemporales: El estilo que perdura»

Otra barrera que dificulta ahora mismo, según los expertos, el salto a bolsa de Mango es el timing. Con las operaciones públicas de venta (OPV) de Puig y Tendam sobre la mesa, Mango tendría que competir en la captación de fondos con otros dos operadores de retail-moda, y la bolsa de dinero y el interés por el sector no es tan amplia.

Puede leer la nota aquí

Banner_azules
Reciba las últimas noticias de la industria en su casilla:

Suscribirse ✉