Llega a París: La moda alegre y original de «Marine Serre, Sacai y Lazoschmidel»

De acuerdo al portal de noticias pe.fashionnetwork.com

La moda alegre y original de Marine Serre, Sacai y Lazoschmidel llega a París

  • La Semana de la Moda masculina de París se clausuró el domingo con una buena dosis de creatividad y una amplia variedad de estilos. En la recta final, destacaron las colecciones para la primavera-verano 2024 de Marine Serre, con su moda regenerada, Sacai, con cortes sofisticados, y Lazoschmidel, con un vestuario sexy.

Un latido hizo vibrar la Salle Wagram sumida en la oscuridad. De repente, los focos se encendieron, iluminando a los primeros modelos del desfile de Marine Serre. Entre ellos había nada menos que 11 artistas musicales, como Teyana Taylor, Miguel, Aron Piper, Sevdaliza, Noah Cyrus e Yseult. Clair de Lune, de Debussy, servía de base para una alocada banda sonora electrónica. Con mallas rojas y zapatos de tacón, varias mujeres se abrieron paso entre la multitud que estaba en pie, como en un concierto. Algunas llevaban el pecho proyectado en punta, en prendas que recordaban al sujetador cónico que Jean Paul Gaultier diseñó para Madonna, mientras que los hombres, algunos encapuchados, caminaban con ropa de camuflaje.


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Los primeros looks desfilaron como un castillo de fuegos artificiales de color, estampados y movimiento, con vestidos pañuelo que caían drapeados sobre el cuerpo. Detrás vinieron una serie de prendas tipo patchwork confeccionadas a partir de trapos de cocina con diseños vintage y ligeramente naif de los años sesenta y setenta, cuyos colores combinaban a la perfección con camisas, bermudas, abrigos y vestidos cortos. Más que nunca, la diseñadora confirma su compromiso con el medio ambiente con tejidos y diseños, la mitad de ellos regenerados a partir de materiales reciclados o en desuso. Como toallas de felpa decoradas con animales salvajes con las que confecciona chaquetas y abrigos extravagantes. También vuelve a poner de moda el ganchillo, con prendas de punto y un suntuoso vestido de cola que recuerda a los cuadros patchwork de la abuela.

Vimos un montón de prendas en denim, elaboradas a partir de stock no utilizado o tejidos regenerados, desde jeans de cinco bolsillos a vestidos de rayas retorcidos, minifaldas y chalecos a la caja. Lo mismo ocurre con el tejido muaré, con el que Marine Serre confecciona elegantes abrigos y vestidos cortos para las mujeres, y elegantes camisas desabrochadas sobre pantalones a juego para los hombres. Utiliza también su característico motivo de media luna invertida como logotipo en jeans y tops de tul negro transparente, o en pendientes y collares azules, mientras que su nombre aparece estampado en conjuntos florales con un toque setentero sobre el tejido de felpa reciclado típico de la casa.

Alejándose del mundo distópico que retrataba en sus primeros desfiles, Marine Serre, que describe su colección como «kitsch, colorista, alegre y un poco infantil», parece haber abrazado un nuevo estado de ánimo decididamente positivo.

«El mundo en que vivimos es distópico. Intento aportar energía renovada y buenas vibraciones, incluso cuando cuesta encontrar algo bueno. Solo hago cosas para hacer feliz a la gente», dijo entre bastidores.

Chitose Abe sigue haciendo suyos los clásicos, deconstruyéndolos para reinterpretarlos y renovarlos con elegancia a través de un enfoque experimental, transformándolos en nuevos clásicos vanguardistas. El domingo presentó en el gran patio verde de la facultad de Jussieu una nueva colección de su marca Sacai que cosechó un gran éxito exponiendo la cara oculta de la ropa.

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Mostrar la otra cara de una prenda o desvelar su interior, no es nada nuevo en sí mismo. Muchos diseñadores ya lo han hecho en el pasado, como Martin Margiela. Pero la diseñadora japonesa adopta un enfoque diferente, menos centrado en la reflexión y la demostración, y más en la construcción de piezas ponibles y deseables. Toma elementos clave típicos del interior de la ropa, como costuras, bordes, etiquetas y forros, y los integra sutilmente en sus creaciones para la primavera/verano 2024. Como si dejara pistas esparcidas aquí y allá, tan discretas que ni siquiera se ven a primera vista.

Pero si se mira más de cerca, algunas costuras solo muestran el contorno de un bolsillo, visto desde el interior de la prenda, mientras que el resto de bolsillos son completamente normales. En otros modelos de parkas, vestidos y enterizos de trabajo de lona beige, los grandes bolsillos negros parecen haberse añadido como si se hubieran sacado de la prenda, mostrando la forma y el diseño que suelen tener por dentro.

Más tarde, las flores y adornos aplicados tono sobre tono a una chaqueta negra o azul recuerdan el reverso de un bordado sobre tela. Esa misma técnica se emplea en las chaquetas de punto, donde los adornos cosidos simulan el reverso de un tejido devorado. Del mismo modo, algunas chaquetas híbridas confeccionadas con dos materiales diferentes dan la impresión de mostrar la entretela en la parte delantera. Por otro lado, vemos un suéter con costuras visibles en los hombros y los puños que da la sensación de estar al revés, mientras que un borde verde claro sobresale de una chaqueta gris como si dejara ver el forro gris.

La diseñadora juega con este elemento del forro reversible. Para el próximo verano, su armario se divide en dos partes. Una más formal y elegante con trajes cortados en tejidos de rayas diplomáticas, con faldas y chaquetas acampanadas mediante pliegues, fruncidos y superposiciones, mientras que los hombres llevarán falda pantalón corta. Y otra más funcional y utilitaria, con una nueva colaboración con la marca estadounidense Carhartt WIP, que ofrece parkas, abrigos, shorts y enterizos.

Lazoschmidl cambia de estilo y diseña una colección para el próximo verano que resulta ser el vestuario ideal para una escapada a una isla tropical, con chaquetas ligeras y cortavientos, muy prácticos para viajar en avión, y camisas, bermudas de algodón y shorts en jean deshilachados para las excursiones, sin olvidar ropa de playa para los juegos acuáticos y algunos conjuntos más elegantes para la noche.Sin olvidar el poncho de plástico para protegerse de un chaparrón improvisado.

La marca, fundada en 2014 por el dúo germano-sueco Josef Lazo y Andreas Schmidl, lleva tres temporadas formando parte del calendario parisino y ha visto aumentar su visibilidad. Fue de las primeras en trabajar el tema de la masculinidad y el erotismo, desde que Ludovic de Saint Sernin lo redimió en las pasarelas. Famosa por su línea de trajes de baño, esta temporada ha querido hacer hincapié en su prêt-à-porter, alejándose del estilo sexy y discotequero de sus últimas colecciones. Sin perder su sentido del humor, que se aprecia en las etiquetas colocadas en la parte trasera de los pantalones en forma de sellos postales de destinos inventados, como Hotopia o No Virginia Island. Otro toque lúdico fueron los exagerados ojos azul cielo de todos los modelos.

La colección se presenta en una paleta de colores pastel, con conjuntos de shorts y top de punto, ligeros y calados, algunos de ellos de ganchillo. Las túnicas y blusas son de felpa. Vimos otros shorts y camisetas de tirantes confeccionados con un tejido 3D ligeramente gofrado, que recuerda a los suelos antideslizantes de las piscinas de los años cincuenta. Otras prendas están elaboradas en red de malla. Algunos bolsos también incluían una red para agrandar el bolso y guardar más objetos. En cuanto a trajes de baño, Lazoschmidl propone bodis retro con rayas marineras.

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