Según publica AmericaRetail & Malls, el sector textil se encuentra en un momento desafiante. Tras la pandemia, los consumidores han modificado sus hábitos de compra, priorizando otras necesidades y reduciendo su gasto en moda. Este panorama, sumado a la inflación y la competencia de nuevos operadores low cost, ha estancado el crecimiento del sector.
Principales desafíos del retail textil:
- Menos compradores: El número de personas que compran ropa ha disminuido.
- Menor frecuencia de compra: Los consumidores compran ropa con menos frecuencia.
- Menor gasto: El gasto promedio en ropa ha disminuido un 33% desde 2008.
- Priorización de precio: Los consumidores buscan precios más bajos y se inclinan por retailers low cost.
- Inflación: El aumento de precios reduce el poder adquisitivo del consumidor.
- Necesidad de sostenibilidad: La transición hacia un modelo más sostenible implica un aumento de los precios.
- Cambio de comportamiento en las generaciones jóvenes: Las generaciones más jóvenes gastan menos en moda que las generaciones anteriores.
El retail textil: un sector en busca de nuevas estrategias
- Reconectar con las generaciones jóvenes: Adaptar la oferta y la comunicación a las necesidades y preferencias de este segmento.
- Propuestas de valor claras: Diferenciarse de la competencia y comunicar el valor de las marcas de forma clara al consumidor.
- Innovación en productos y servicios: Ofrecer productos de calidad, sostenibles y a precios competitivos.
- Experiencia de compra personalizada: Implementar estrategias que fidelicen al cliente y brinden una experiencia de compra única.
- Apuesta por la omnicanalidad: Integrar los canales físicos y online para ofrecer una experiencia de compra fluida.
El futuro del retail textil dependerá de la capacidad del sector para adaptarse a las nuevas necesidades del consumidor y ofrecer una propuesta de valor atractiva y diferenciada.