6 tendencias en vestidos

De acuerdo al portal de noticias vogue.es

6 tendencias en vestidos de la primavera verano 2023

Dentro de las 6 tendencias de primavera verano 2023, los vestidos suelen ocupar un lugar esencial en las propuestas sobre la pasarela. Suponen una de las estrellas de las colecciones, y posiblemente, el elemento en el que mejor pueden apreciarse las diferentes estéticas y corrientes en las que se inspira cada temporada. En esta línea, aquí resumimos las principales tendencias en vestidos que estarán por todas partes en los próximos meses.


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Es una de las tendencias absolutas del momento: la lencería se ha convertido en el referente por antonomasia de la pasarela, y lo alcanza todo. En particular, el slip dress, tipo camisón, ha acaparado varios de los estilismos esta primavera verano 2023.

Firmas como Givenchy han apostado por su vertiente más noventera, con una pieza escotada en tejido satinado sin ningún aderezo, que muestra sensualmente el sujetador. El encaje pasa a primera plana gracias a propuestas como la de Nensi Dojaka o Coperni, con prendas que lo añaden delicadamente a la altura del pecho.

Bottega Veneta o Simone Rocha juegan con prendas armadas de aire vintage, a las que les añaden detalles bordados o pedrería. Si Paco Rabanne contrasta materiales en colores fríos, Burberry lleva la inspiración al extremo con saltos de cama que superpone a prendas efecto segunda piel y en red.

Vestidos asimétricos

La asimetría es una de las apuestas ganadoras entre las tendencias en vestidos de la primavera verano 2023. Lo más habitual es encontrar escotes de este tipo que incorporan una única manga, como hacen Carolina Herrera o Acne Studios. En el caso de Balmain, sus prendas pasan por drapeados irregulares sobre un hombro, mientras otras colecciones como Bally también incorporan detalles con aperturas a diferentes alturas.

Vestidos con capucha

Se trata de una de las prendas con mayor popularidad en estas últimas temporadas: el vestido capucha es la opción predilecta en las alfombras rojas. Entre las celebrities, Verónica Echegui fue una de las primeras que lo llevó, para los Goya 2022, en un estilismo que recordaba a Kylie Minogue en el videoclip Can’t get out of my head de 2001. En realidad, el diseño puede remontarse hasta los años 90, cuando Azzedine Alaïa vistió a Grace Jones con diferentes versiones de todos los colores. En 2023, la propia Alaïa es una de las firmas que lo ha incluido, combinado con el corte sirena ADN de la marca. Saint Laurent o Alberta Ferretti se decantan por piezas ajustadas sin mangas en tonos del burdeos al naranja. Chet Lo opta por una alternativa con mangas largas de campana y falda abierta hasta el muslo.

Vestidos transparentes

Junto con los vestidos lenceros, probablemente se trate de la tendencia más rotunda de la temporada en cuanto a esta prenda se refiere. Esta primavera 2023 se van a llevar, y mucho, los vestidos transparentes. Hay opciones para todos los gustos: Dior opta por un diseño en color negro más sutil que se lleva con ropa interior a juego, al igual que DelCore, que lo utiliza para creaciones de líneas estilizadas. Collina Strada juega con traducciones camiseras multicolor, con cierto aire bucólico, mientras Eckhaus Latta o Rejina Pyo proponen atrevidas versiones con aperturas a lo largo de toda la pieza.

Vestidos metalizados

Los tonos metalizados ganan la partida entre las tendencias cromáticas de la primavera verano 2023. El plateado y el dorado son apuestas absolutas entre las firmas, que optan por ellas en clave total look. Además, se adapta a diferentes estilos: podemos encontrar los vestidos noche de Dolce & Gabbana, los plisados de Altuzarra, los de inspiración años 20 de Chanel o las opciones más setenteras de Michael Kors. La premisa es brillar esta temporada.

Vestidos estilo clásico

Las prendas inspiradas en las culturas grecorromanas son también un recurrente que se suben de forma reiterada a la pasarela: si en 2020 hablábamos de inspiraciones como Madeleine Vionnet o Madame Grès, en la primavera de 2023 los vestidos vuelven a adquirir ese matiz clásico.

Unos son más literales, como los románticos con peplum de Adam Lippes, mientras que el drapeado protagoniza otras colecciones como la de Alberta Ferretti. Badgley Mischka ha incluido creaciones dignas de alfombras rojas cuyos intrincados drapeados remiten de nuevo a Grès. Otra opción es el recurrente escote cowl, procedente también de la estética dosmilera, que puede encontrarse entre firmas como Blumarine.

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