Swatch Hot Stuff, 1995
“Los colores atrevidos y las esferas a veces ilegibles insuflaron una nueva y extravagante vida a la clásica complicación relojera”, afirma el coleccionista de relojes Andrew Cunningham sobre la fama omnipresente de Swatch. “Swatch [permite] una forma de identificarte y ser tú mismo por muy poco dinero. Puedes formar parte de un movimiento o de un acontecimiento y que te lo recuerde todos los días”. Swatch bautizó muy acertadamente el movimiento de este reloj como ‘Hot Stuff’ en 1995. ¿Has visto alguna vez una correa de reloj con forma de cola de diablo? Por supuesto que no. Hasta ahora. Esta bestia del pasado de 40 mm te dice que no siempre hay que tomarse la hora tan en serio. Más vale malo conocido y todo eso.
Swatch Putti, 1992
Si alguien sigue insistiendo en que, en el mundo de la relojería, los relojes de diseñador son “inferiores” (palabras de los críticos, no mías), que Swatch y la diosa de la anarquía, Vivienne Westwood, le calle la boca. El reloj Putti rinde homenaje a los querubines alados del arte renacentista, impresos en la esfera y en la correa de tela. Sublimando la obra del artista rococó Jean-Honoré Fragonard, a la que Westwood hizo referencia en la pasarela de ese año, con este modelo Swatch inauguró un enfoque poco convencional con el Pop Swatch, diseñado para ponértelo y colocártelo en cualquier parte del cuerpo, ya sea en el piel o como broche. Este anuncio de los 90 muestra cómo usar este reloj. Tu corazón hará ¡pop!
Swatch 100 MiLLION
Mientras Skepta decía Too Many Man, Swatch decía que no eran suficientes. Para celebrar la venta de 100 millones de relojes Swatch, los entendidos relojeros decidieron intentar meter en la esfera tantos cuerpos como fuera posible. “Es Swatch siendo revolucionario”, dice Alon Ben Joseph, propietario de Ace Jewelers y copresentador del pódcast The Real Time Show. “Es la primera vez que un relojero suizo no se toma en serio y hace algo divertido y loco”, y, además, 100 millones de personas estarían de acuerdo: “Por ese dinero, no se puede comprar un reloj mejor. Porque son divertidos. Porque puedes acentuar tu propio estilo e identidad con un montón de diseños chulos e irreverentes». De nuevo, 100 millones de personas más siguen estando de acuerdo.
Swatch Caramellissima
Seguro que has oído la frase de que entrar en el mundo de la relojería es como entrar en una tienda de caramelos. Swatch lo ha hecho mucho más meta. ¿Recuerdas las pulseras de caramelo de tu juventud? Swatch nos dio una alternativa mejor gracias al Caramellissima, que decoraba tu muñeca con los caramelos pastel de la época. “Es uno de los modelos favoritos que tengo en mi colección”, dice Karissa, de Watch and Woman. “Aporta un aire muy juguetón a mi estilo. Y aunque marcas de lujo como Rolex y Cartier son marcas para soñar, Swatch permite a los amantes de los relojes divertirnos consiguiendo algo tangible que no te va a dejar arruinado». Y con razón, estos Swatches satíricos se merecen un lugar entre los grandes. Seguro que hay tourbillones y repetidores de minutos por ahí, pero Swatch te revela tu gusto por lo dulce sin vaciar tu cartera (ni llenar tus dientes de caries).
Damien Hirst 90 años de Mickey Mouse
Si hay algo que se le da bien a Swatch es llevar galerías de arte a la muñeca. Ha habido Basquiats, Roy Lichtensteins, Frida Kahlos, pero el verdadero icono que ha decorado las esferas a lo largo de la historia es el humilde Mickey Mouse, cortesía del genio de la relojería Gerald Genta. En su propio homenaje a la criatura de dibujos animados, Swatch se asoció con Damien Hirst en 2018 para celebrar el 90º aniversario de Mickey con una edición limitada de 19.999 piezas. El resultado fue un dial que mustra a Mickey interpretado por Hirst que no sabíamos que necesitábamos. Como dijo una vez el legendario ratón: “¡Los buenos tiempos han llegado para quedarse!”.
Swatch Sweet Baby, 1996
1996 fue Un año importante en la historia de la cultura. El año en que Carlos y Diana se divorciaron, nació la oveja Dolly, y El paciente inglés se estrenó en cines. Pero lo que realmente se convirtió en el héroe olvidado de aquellos días de gloria fue el diseño más inexplicable de Swatch hasta la fecha: el Swatch Sweet Baby, decorado tanto en la esfera como en la correa con bebés llorando y riendo. Internet simplemente no puede explicar por qué, pero ¿quién necesita un porqué si no hay audio de acompañamiento de dichos bebés berreando? En su lugar, dispone de 34 mm y 3 bares de resistencia al agua para poner a prueba la paternidad desde tu muñeca sin resultados nefastos en caso de que se te olvide sacar a tus bebés durante el día.
Swatch x Alfred Hofkunst “One More Time”
En esta época en la que abundan las colaboraciones, puede que no sea muy buena idea recurrir a ellas para ofrecer algo novedoso. Pero Swatch sabe cómo una colaboración como es debido. En 1991, los relojeros suizos decidieron apostar la visión de Alfred Hofkunst y crear un conjunto de relojes especiales de temática vegetal que en realidad se vendían en los mercados de verduras de toda Europa. Una genialidad. Desde pepinos a bacon, pasando por pimientos, fue un testimonio de la excepcional actitud de Swatch a la hora de mostrar que la relojería es realmente arte para lo cotidiano. Actualmente estoy pujando en eBay para hacerme la versión Bacon.
Swatch x Seconds of Sweetness
Y sin más, volvemos a la tienda de las golosinas. Si te apetece atiborrarte de los mejores dulces de Swatch, este año tienes el Swatch x Seconds of Sweetness. El reloj rinde homenaje al humilde Homer Simpson y a su amor por los DOH’nuts con una esfera con un donut rosa en una caja amarilla mate de origen biológico recubierta por un cristal del mismo origen y una correa decorada con virutas de chocolate. “Ningún otro fabricante crea relojes como éstos, que representan ideas, acontecimientos, ocasiones y sentimientos con una perspectiva muy diferente y personale”, continúa Cunningham. “Comparados con los grandes relojes de la industrica, podría decirse que los relojes Swatch son un reloj para la gente. Ya sean frikis de los relojes o no, son para gente que quiere formar parte de algo”.
Swatch Neon to the Max
“El enfoque del todo vale en el diseño es lo que hace que Swatch siga siendo tan relevante hoy en día”, dice Chris James Hall, editor del boletín The Fourth Wheel. “Todos necesitamos de vez en cuando relojes que no requieran mucho mantenimiento en nuestras vidas”. Inspirándose en el exitoso Swatch Chrono de los 90, la esfera multicolor y los tonos neón transportan la luminiscencia del pasado hasta nuestros días. Desde los pulsadores de color rosa intenso hasta la caja de color amarillo brillante de origen biológico, este reloj permite a su portador realizar pagos seguros sin contacto con sólo mostrar la muñeca. Es un “que te den” al Apple Watch, y una broma al resto de tu colección de relojes con escasas habilidades.
Swatch x Musical
Elige un género y lo más probable es que haya un reloj Swatch que lo toque: gastronomía, arte, cine, música… Quizás unas de las respuestas más satíricas de Swatch a lo que estaban haciendo todos los peces gordos es el lanzamiento de la colección Swatch x Musical, y la versión de 1994 en particular, que manipula la esfera para crear un lienzo de ruidos onomatopéyicos sobre cómo suena en realidad el paso del tiempo. ‘Tik Tak Tik Tak’ y ‘Din Don Dan Din’, que sin duda inspiraron a Big Ben Girl. Claro que los relojes Swatch son “son una serie de caprichosos relojes de plástico”, —comparte Karissa—, pero más que eso, “Swatch es la marca que da vida al pequeño coleccionista de relojes que hay en mí”, es decir al coleccionista que busca expresiones íntimas y divertidas de nuestra alma.
