El puente de Todos los Santos, el de la Constitución, las Navidades a la vuelta de la esquina… Aunque el largo verano que hemos vivido nos haya hecho meternos en el otoño casi sin darnos cuenta, un calendario laboral lleno de puentes en las próximas semanas nos hace pensar en hacer las maletas y poner rumbo a un invierno de glamour al calor de las montañas.
Aurelio Club Chalet, en Lech am Arlberg (Austria)
«Los momentos memorables hacen que las escapadas sean preciosas», aseguran desde el Hotel Aurelio, un cinco estrellas superior de lo más pintoresco enclavado en la región de Arlberg, en el corazón de Austria. Y, quizá por eso, aseguran que «nuestro hotel y chalet de lujo en Lech ofrece lugares especiales para momentos preciosos».
Uno de ellos es el que se puede disfrutar en su terraza para tomar el sol, que ofrece una vista impresionante del característico paisaje que rodea el pequeño municipio de montaña.
La gastronomía alpina acompaña la experiencia, así como su exclusivo Spa o el Licca Loung, una de las mejores opciones en la región para pasar la noche junto a la chimenea escuchando música relajante. Y, durante el día, por supuesto, ningún plan mejor que disfrutar de los más de 350 kilómetros de pistas de la exclusiva estación de Ski Arlberg.
La mejor experiencia la disfrutarás si puedes permitirte alojarte en el Exclusive Club & Chalet, una exclusiva propiedad de 900 metros cuadrados con su propia zona de bienestar, dos terrazas para tomar el sol, dos suites, seis habitaciones dobles, un amplio salón con chimenea y biblioteca y servicio de mayordomo privado.
The Alpina Gstaad, en Suiza
Con una elegante contrucción de estilo alpino que combina materiales naturales, maderas nobles envejecidas y lujosos mármoles, The Alpina Gstaad es un lujoso hotel de 5 estrellas del exclusivo grupo Six Sense situado en el corazón de una de las localidades suizas favoritas por la alta sociedad y la aristocracia europea. La estación de esquí de Gstaad está a cinco minutos en coche, y Montreux, a solo 40 kilómetros.
The Alpina Gstaad alberga 3 restaurantes (uno de ellos, Megu, está considerado el mejor japonés del país), bar de vinos, salón de fumadores y salón de baile, un exclusivo spa con tratamientos holísticos, piscina cubierta y otra climatizada al aire libre, gimnasio, zona wellsness y de relajación y su propio cine.
Las exclusivas habitaciones y suites, con precios que parten de los 985 euros, disponen de terrazas con vistas a la montaña y salón con chimenea. Además, en este refugio alpino de alto estánding, se ofrece una «experiencia personalizada en la que comodidad, privacidad, arte y tradición conviven en armonía».
Le Coucou, Méribel, Francia
La zona de los Tres Valles, en los Alpes franceses, no solo es la mayor área esquiable del mundo con más de 600 kilómetros de pistas, también es una de las regiones de montaña más bonitas de Europa. Y entre todas sus pintorescas localidades y preciosos paisajes alpinos, Méribel es la estación más antigua de todas, creada en la década de los años 30.
Por eso, por ese gusto por el glamour de lo vintage, nos dejamos llevar por este tradicional chalet de montaña en las alturas del Belvédère reconvertido en hotel boutique de lujo, Le Coucou. Elegante, discreto y con ese allure chic francés tan característico, su interior ha sido diseñado por el arquitecto Pierre Yovanovitch, que ha creado un sorprendente espacio de proporciones magistrales con impresionantes panorámicas que combina con maestría el estilo clásico alpino con sugerentes guiños contemporáneos.
Canfranc Estación, en Huesca, España
Cerramos este viaje por las montañas en clave de lujo haciendo parada en nuestro país en uno de los hoteles más bonitos y con una historia más fascinante de Europa: Canfranc Estación, un alojamiento cinco estrellas gran lujo de la cadena Royal Hideaway en el Pirineo aragonés.
Ubicado en uno de los pueblos más bonitos de nuestra geografía, en el histórico paso fronterizo que comunicaba España con Francia a través del Pirineo Aragonés y muy cerca de las estaciones de esquí de Astún y Candanchú, Canfranc Estación ha reconvertido la histórica Estación Internacional de Canfranc, inaugurada en 1928 y con un peso crucial en la historia durante la II Guerra Mundial, en un hotel de lujo que «enamora a sus huéspedes con su combinación única de tradición y modernidad».
Su impresionante decoración, que combina elementos recuperados de los años 20 y 30 del siglo pasado con detalles típicos de la calidez de la montaña y las últimas tecnologías y comodidades se une a su magistral gastronomía, a cargo de la cual está Eduardo Salanova y Ana Acín, que nos hace viajar en el tiempo a través de los sentidos de forma literal: en un antiguo vagón de tren. La oferta se completa con un impresionante spa y centro wellness con los mejores tratamientos.
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