Con bailarinas Chanel y pantalón corto con blazer: Meghan Markle y su lujo silencioso en los Invictus

Como toda una estrella del rock. Así recibía en la ciudad alemana de Düsseldorf el público de los Juegos Invictus al príncipe Harry y a una recién llegada Meghan Markle. La estadounidense, que aterrizaba hace pocas horas en un vuelo procedente de Los Ángeles con escala en Londres, devolvía el cariño de los espectadores que se habían puesto en pie para recibirla y se mostraba muy afectuosa con los miembros del equipo australiano, antes de tomar asiento en las gradas junto al hijo de Carlos III.

Un tanto sorprendida por la calurosa bienvenida entre vítores y aplausos, como le ocurrió hace unos días a Kate Middleton durante su presencia en un partido del Mundial de rugby en Francia, la duquesa de Sussex no dudó en animar con entusiasmo a los competidores que participaban en esta nueva jornada celebrada en el Merkur Spiel-Arena.

Presumiendo de piernas y vestida de manera informal, la royal apareció radiante con un jersey de J. Crew y unos shorts de Staud, que acompañó con unos zapatos planos de Chanel. Muy sonriente en todo momento, la duquesa de Sussex saludó en varias ocasiones a los fans de la competición creada por su marido en 2014. En su discurso de inauguración, Harry subrayaba que los Juegos Invictus son «más que un evento deportivo» al afirmar que constituyen «un lugar para el respeto» por el servicio que los atletas prestaron para su país dentro de las fuerzas armadas y por su «heroico» compromiso.

Durante la jornada deportiva matinal, Harry mostró de nuevo su buen talante y no dudó en posar sonriente para docenas de selfis con los fans que le pedían una foto, aunque su presencia sin duda ha pasado a un segundo plano esta mañana, ya que la mayoría de los asistentes querían fotografiarse con Meghan.

Tras su discurso improvisado en una fiesta de los Juegos Invictus para 1.600 personas, en el que se disculpó por su llegada tardía a la competición ayer, existía una gran expectación por ver la primera aparición de la protagonista de ‘Suits’ en el estadio de Düsseldorf. La pareja, cuyos hijos Archie y Lilibet se han quedado en California, presenció un partido en silla de ruedas entre las selecciones de Australia y Ucrania.

Precisamente en la inauguración de estos juegos, bajo el lema ‘Un hogar para el respeto’, el royal dedicó una especial mención al equipo del país invadido por Rusia. Del mismo modo señaló que los participantes «están derribando los muros más altos» y les invitó a disfrutar de la experiencia de este momento de respeto y reconocimiento.

Durante el encuentro entre australianos y ucranianos, y según recoge el ‘Daily Mail’, Meghan Markle estrechó lazos con la competidora australiana Laura Reynell, de 28 años, nativa de Nueva Gales del Sur, que se sentó a su lado mientras charlaban sobre su gorro: «Meghan pensó que era gracioso que llevara el gorro y me preguntó si tenía frío. Le dije que era de Australia y que siempre tenía frío». Reynell añadió que la duquesa también le habló de sus dos hijos pequeños, asegurando que los pequeños «están entusiasmados con los Invictus, pero que son demasiado pequeños para entenderlos».

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Los Sussex tienen todavía una intensa jornada por delante, ya que tienen previsto asistir a otro encuentro entre las selecciones del Reino Unido y Canadá, para posteriormente acudir a un evento de natación y de rugby en silla de ruedas.

El sábado tendrá lugar la ceremonia de clausura de esta competición bianual, en la que Harry pronunciará un discurso de despedida y donde Meghan Markle aún podría tener un papel importante desde el escenario, después de que su nombre fuera misteriosamente eliminado de la agenda para el final del evento.

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