Roberto Busel: La tasa de crecimiento de China está cayendo tan rápido

Roberto Busel, Presidente del Consejo de Administración NMC Chile en NMC sa

Aunque la economía de China, en su conjunto, sigue en camino para registrar un fuerte crecimiento en 2021, su reciente desaceleración es sorprendente. Revertir la desaceleración requerirá que los formuladores de políticas examinen e implementen nuevas regulaciones y medidas de control de la pandemia.

A principios de 2021, el pronóstico de consenso para el crecimiento del PIB chino este año entre los principales bancos mundiales era del 8,3%. En contraste, el objetivo de crecimiento del propio gobierno chino fue cercano al 6%.


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El crecimiento del tercer trimestre fue solo del 4,9% interanual, por debajo del 18,3% y el 7,9% de los dos primeros trimestres, respectivamente. El alto crecimiento interanual del primer trimestre se debió en gran parte al crecimiento negativo en el primer trimestre de 2020 debido a las cuarentenas inducidas por la pandemia. El bajo crecimiento del tercer trimestre está generando preocupaciones sobre las perspectivas de crecimiento en el cuarto trimestre y el próximo año.

La reducción en el crecimiento se debe a múltiples elementos y podemos destacar varios que contribuyen en esta materia.

En primer lugar, la política de tolerancia cero de China con respecto el Covid exige cierres más frecuentes que la mayoría de otros países. Una serie de brotes locales de Covid provocaron cierres y restricciones de viaje en varias ciudades chinas, los que no solo redujeron la producción manufacturera, sino que también afectaron gravemente a muchos puestos de trabajo del sector de servicios en el momento que el turismo comenzaba a regresar.

Otros factores que contribuyen a la disminución a la velocidad de crecimiento, se encuentran en la política industrial verde del gobierno, la regulación más estricta hacia el sector inmobiliario y la generación de listas negras de plataformas tecnológicas.

Tras su compromiso de detener el aumento de las emisiones de dióxido de carbono de China antes de 2030 y lograr el neto cero hacia 2060, el gobierno ha reducido de manera enérgica la generación de electricidad en las centrales eléctricas de carbón. Los cortes de energía resultantes interrumpieron la producción en las fábricas.

La política de las tres líneas rojas iniciada en agosto de 2020 e intensificada este año establece límites máximos para las relaciones deuda/activo, deuda/capital y deuda/efectivo de la industria inmobiliaria. Debido a que muchas empresas no pudieron cumplir con una o más de las líneas rojas, y los bancos y los mercados de capital se muestran reacios a proporcionar nuevo financiamiento, deben vender activos, reducir las operaciones o ambas cosas. Una recesión inmobiliaria puede extenderse fácilmente a industrias como el acero, el cemento, los muebles y electrodomésticos.

La decisión de las autoridades de incluir en una lista negra a las empresas de educación en línea, insistir en la aplicación de leyes antimonopolio y promulgar una ley de protección de datos, han conducido a reducir a la mitad los precios de las acciones de muchas empresas de economía digital que cotizan en bolsa. La caída de las valoraciones de las acciones es simplemente la punta del iceberg, ya que muchas empresas digitales y sus proveedores han tenido que reducir sus ambiciones y planes. Cientos de proveedores de educación en línea cerraron y despidieron a sus empleados.

Los objetivos de las políticas son razonables, pero la forma de implementarlas está exacerbando sus costos económicos. Podría decirse que una estrategia de cero Covid era razonable en la etapa previa a la vacunación de la pandemia y ayudó a China a lograr una tasa de crecimiento económico positivo el año pasado. Pero a medida que continúan surgiendo nuevas variantes, todos los países eventualmente tendrán que aprender a vivir con el coronavirus. Afortunadamente, el costo de hacerlo se vuelve más manejable a medida que aumentan las tasas de vacunación y la inmunidad natural.

En relación con la política industrial verde, destaca la generación de energía como el sector más intensivo en carbono en China, representando alrededor del 40% de las emisiones basadas en el consumo de energía del país. La reducción de la dependencia de la electricidad alimentada con carbón constituye una contribución valiosa a sus esfuerzos en la reducción de emisiones. La propia experiencia de China con las reformas económicas sugiere que el uso de señales de precios y fuerzas del mercado tiende a minimizar los costos del cambio estructural. En particular, elevar el precio del carbono de China a un nivel suficientemente alto y anunciar una trayectoria de precios predecible con un tiempo de entrega establecido, podría permitir que los productores y usuarios de electricidad se ajusten y se adapten mejor, ayudándoles así a lograr la misma cantidad de reducciones de emisiones con muchas menos pérdidas. Este enfoque también sería menos perjudicial para los hogares chinos, incluidos muchos en la parte noreste del país que pueden estar preocupados por la calefacción y el suministro de energía cuando llegue el próximo invierno frío.

Del mismo modo, si bien moderar los aumentos especulativos de los precios inmobiliarios es un objetivo deseable, restringir el desarrollo de la propiedad no necesariamente ayuda a lograrlo. Dado que aproximadamente el 30% de la economía china sube o baja con los sectores inmobiliario y de la construcción, una ruta alternativa podría amortiguar los dolores del ajuste como la promoción de viviendas más asequibles para familias de bajos ingresos y migrantes de áreas rurales quienes podrían crear una demanda compensatoria de consumo en muebles, electrodomésticos, acero y cemento.

Restringir los programas de aprendizaje después de asistir a los colegios puede liberar tiempo para que los niños participen en actividades que fomenten la creatividad y la capacidad deportiva, y en conjunto, aliviar la carga financiera de muchas familias que se sienten presionadas para comprar contenido educativo en línea para sus hijos.

China podría restaurar la confianza de los inversionistas y volver a su tasa de crecimiento potencial; pero para lograr este objetivo; sus autoridades debiesen generar reformas que afectan la forma en que se debate, que se examina y como se implementen las nuevas regulaciones y medidas de control de la pandemia.

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