¿Por qué es importante promover la Innovación en la Logística de la Última Milla?

José Antonio Vallejo, experto en Logística en Lima

José Antonio Vallejo – CEO en VallejoGroup

En los últimos años hemos visto como el crecimiento exponencial del ecommerce y la falta de una cultura corporativa centrada en la sostenibilidad, han producido de manera generalizada llamadas de atención que nos llevan a replantear nuestra forma de hacer logística y migrar hacia un modelo de triple impacto (económico, social y medioambiental).


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Tomar consciencia que en la logística el futuro es colaborativo, para lo cual se requiere armar alianzas como pieza fundamental para que nos permita renovar algunos paradigmas que ya no son válidos, lo que nos llevaría hacia una colaboración proactiva entre el mundo académico y el empresarial que nos permita buscar soluciones para lograr una última milla sustentable.

Una de las piezas fundamentales en este proceso es asimilar que se requiere un trabajo en conjunto donde deben estar involucrados todos los actores y donde prime el bienestar común como sociedad y no el individual, en este aspecto ¿Qué rol juega el consumidor?, partamos de la premisa de que hemos mal acostumbrado a éste, y que no es posible entregarles sus productos en el lugar que ellos indiquen, en tan solo unos segundos, sin que este proceso ocasione un daño irreparable al medioambiente, sin poner en riesgo a las ciudades y las vidas de las personas que las habitan, sabiendo que este modelo no es sostenible.

Un modelo de negocio al que nos acostumbraron y al que no llamaría de ninguna manera logística y que ha ocasionado que muchas ciudades dejen sus atractivos, tanto para las personas que lo habitan como para el turismo, sector importante en la economía de una ciudad por ende en la de los países, al llenar las vías de una ciudad de vehículos, ya sean estos contaminantes o eléctricos donde prima la velocidad en la entrega, sin importar los accidentes que puedan ocasionar.

Llenar las ciudades de los mal llamados Dark Store (tiendas oscuras) donde no se aplica una logística, donde se encontró un vacío legal al solicitar licencia como tienda y no como un almacén y donde nunca se tomó en cuenta  si este dañaba o no el entorno urbanístico al momento de ubicarlos, donde primó la rentabilidad de la empresa y no el bienestar como sociedad, cuando era indispensable diseñar una red de Hubs o MicroHubs urbanos y adaptarlos a las ciudades y sus culturas bajo una cultura corporativa centrada en la sostenibilidad.

Soy consciente que la tecnología es importante para la logística de última milla, pero aquella que nos permita lograr una logística sustentable, pero también soy consciente que mientras no nos centremos en adaptar la logística a las ciudades y diseñar una red de almacenes logísticos urbanos así como en contemplar la necesidad de contar con Centros de Consolidación urbanos, donde se nos permita aplicar una logística colaborativa, al igual que armar alianzas con tiendas, gasolineras donde podamos colocar gabinetes de recojo de paquetería y sentarnos en mesas de trabajo conjuntamente con todos los actores involucrados para promover la investigación e innovación que nos permitan encontrar soluciones, llegaremos a un punto en el que no hay retorno.

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