La trascendencia del histórico express

Bialetti-

Por: Iván Fernández Amil

En 1931 un ingeniero italiano observaba en su pueblo cómo las mujeres, entre ellas su madre, lavaban la ropa. El sistema que usaban para hacerlo le inspiró para crear uno de los diseños más famosos e icónicos de la historia de la humanidad: la cafetera Moka Express, más conocida como la «italiana»…


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Estas mujeres hacían la colada en su pueblo natal, en el Piemonte, usando un caldero de agua donde hacían hervir agua. El agua hirviendo ascendía por un tubo y volvía a descender sobre la colada, donde era mezclada con jabón para lavar la ropa.

A principios del siglo XX ya existían en Italia cafeteras que obtenían el café bajo la presión del vapor, pero se trataba de enormes dispositivos industriales, que tenían que se manejadas siempre por operarios expertos. Algunas tenían forma de locomotora de tren, por eso comenzó a llamarse «café express». Estas máquinas eran voluminosas, muy caras, complejas, fabricadas en latón y estaban presentes tan solo en algunas cafeterías, lo que limitaba su alcance a una pequeña parte de la población.

Alfonso Bialetti, convirtió aquel sistema de lavado que había visto en su pueblo en un artefacto que permitía disfrutar en casa del mejor café expreso y presentó en 1933 el diseño definitivo, fabricado en aluminio. Bialetti usó este metal porque no tenía las restricciones de la época que sí tenía el acero, aunque él decía que su elección hacía su café más sabroso. Parece ser que el secreto es que el aluminio disipa mejor el calor que el acero inoxidable por lo cual, cuando el café llega a la parte superior, no continúa calentándose y haciéndose, consiguiendo así el auténtico sabor del café hecho en casa.

Inicialmente la distribución de su invento era muy local y hasta 1938 solo se vendieron 701.000 unidades fabricadas en un taller artesanal. Alfonso Bialetti no era un gran vendedor, pero su hijo Renato sí. Cuando éste regresó a casa en 1945 desde Alemania, donde había estado retenido en un campo de concentración nazi, puso en marcha un sistema de comercialización, publicidad y producción que llevó a la marca a vender 1000 unidades diarias.

Además, para evitar las imitaciones y crear una potente imagen, introdujo en sus cafeteras la caricatura de un señor bigotudo, que era el propio Renato, creando así una identidad que aumentó el reconocimiento de la marca.

La máquina de café Moka Express llegó en poco tiempo al 90% de los hogares italianos y se estima que se han vendido más de 250 millones de unidades.

Bialetti es uno de los diseñadores italianos más respetados y su icónico invento está expuesto en el MoMa The Museum of Modern Art de Nueva York y en el Triennale Milano de Milán.

Y para mí hace el mejor café del mundo.

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