Hendrik van Nievelt Pattillo, MBA IESE Universidad de Navarra. Consultor y director de empresas.
Latinoamérica ha quedado rezagada en el desarrollo del comercio digital. Según la empresa Statista el e-commerce habría alcanzado el 19,7% de las ventas mundiales del retail. En contraposición, la consultora e-Marketer proyecta una penetración del 12,3% para nuestro continente. Seríamos, por tanto, una de las regiones de menor desarrollo en el mundo.
Sin embargo, durante los últimos años el comercio electrónico ha experimentado un acelerado crecimiento. Según la misma fuente, Argentina, Brasil y México; las tres economías más grandes de la región habrían estado entre los 10 países de mayor expansión en el 2022. ¿Es esta alza un fenómeno coyuntural o continuará rezagada en el tiempo?
La respuesta obvia, las limitaciones tecnológicas, no explican el bajo grado de desarrollo del comercio digital. Al contrario, la cobertura de internet alcanza al 76% de la población, casi 10 puntos por encima del promedio mundial.
Algunos expertos piensan que la principal barrera de crecimiento ha sido el menor desarrollo de los medios remotos de pago y la escasa bancarización de los segmentos de menores ingresos. Sin embargo, el desarrollo de las billeteras electrónicas y el uso obligado del pago digital durante la pandemia abrirían la puerta a un desarrollo más acelerado.
La revalorización del tiempo es un fenómeno global de largo plazo que se asocia a cambios demográficos, sociales y económicos. Aumenta la renta disponible, crece la participación laboral femenina y el porcentaje de personas que viven en ciudades. Con ello se incrementan también los desplazamientos y los tiempos de traslado. Latinoamérica no es la excepción, por lo que la demanda de productos que liberen tiempo debiera seguir la tendencia mundial.
En conclusión el escenario más previsible es que continúen en la región altas tasas de crecimiento en el sector, de manera de reducir paulatinamente la distancia con los países de similar ingreso per cápita.
