Francisco López: El Covid-19 y su impacto en el aumento de la migración hacia la nube

Hombre de traje, cruzado de brazos

¿Está siendo tecnológicamente resiliente su compañía?

La necesidad de almacenar más datos e información empresarial en entornos digitales está creciendo a nivel mundial. Muchas empresas siendo resilientes con los retos del contexto, adaptaron sus estrategias y modelos de negocio a la nueva realidad: migraron a soluciones Cloud y plataformas tecnológicas.


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Y es que hay que mirar las cifras. De acuerdo con datos propios recolectados con base en nuestros servicios y clientes de América Latina, la adquisición de espacios en la nube de proveedores reconocidos como Amazon Web Services, Google Cloud o Microsoft Azure, que permiten alojar grandes cantidades de datos y correr sistemas informáticos a mayores velocidades, crecieron entre un 25% y un 30% en lo que va del 2020.

En esta coyuntura, se hizo más evidente la importancia de una infraestructura tecnológica apropiada. El teletrabajo y el crecimiento del e-commerce, entre otros factores, influyeron para que las empresas adaptaran su modelo de operación y dieran un salto hacia la digitalización y la computación en la nube, dejando atrás la innecesaria inversión en hardware y la ocupación de espacios físicos para instalar estos equipos y asumir todo su mantenimiento.

Como resultado de lo anterior, el workload, o carga de trabajo, aumentó en un margen del 30% en América Latina, lo que derivó en un crecimiento de la demanda en temas de infraestructura de conectividad y telecomunicación, asimismo, de consumo y ancho de banda.

Además, este panorama arroja valiosas proyecciones sobre el Cloud Computing como las que hace el International Data Corporation (IDC), líder mundial en análisis del mercado TI, que asegura que para 2022 más del 90% de las empresas del mundo tendrán presencia en entornos de nube computacional, sea pública, privada o híbrida, lo que apoya la premisa de que la demanda de estos servicios seguirá creciendo exponencialmente.

No obstante, hay que destacar que, debido a la contingencia sanitaria mundial, no solo se está requiriendo soporte de las operaciones comerciales en la nube, sino que los grandes proveedores han debido modificar sus proyectos debido a la gran demanda de servicios de Cloud Computing.

De igual forma, para 2022, más de la mitad de las empresas en América Latina integrarán la gestión de la nube, a través de sus nubes públicas y privadas, mediante la implementación de tecnologías, herramientas y procesos de gestión unificados híbridos o multi nube.  Mientras que para 2025 se espera que más del 90% de las nuevas aplicaciones sean nativas en la nube, un 50% de las nuevas aplicaciones empresariales en la región incorporen Inteligencia Artificial y un 35% de las interacciones de interfaz de usuario sean vía realidad virtual/aumentada.

En el caso de Chile, se proyecta que el 70% de las empresas migrarán sus servicios a la nube pública o híbrida en 2021. De hecho, de acuerdo con IDC, el mercado de soluciones en la nube (cloud pública) tiene una tasa compuesta preponderante, al 2021, del 27% de crecimiento. En Chile, incluso, más del 60% de las compañías ya están trabajando con nubes públicas y conceptos de transformación digital, mientras que 25% del gasto en TI en Chile corresponde a soluciones de Cloud.

Si bien la computación en la nube no es un recurso tecnológico nuevo, el Covid-19 impulsó su uso visibilizando los beneficios que tienen las empresas en relación con flexibilidad laboral, reducción de costos y la capacidad de almacenamiento de información escalable a las necesidades de las organizaciones. Sin lugar a duda, su implementación seguirá creciendo lo que implicará que las compañías interesadas en mudar a entornos Cloud precisen del acompañamiento de socios tecnológicos como TIVIT.

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