Fernando Sinagra: Infraestructura, cloud y valor

Por Fernando Sinagra, Director Ejecutivo líder de Cloud para Accenture Hispanoamérica

Una de las mayores ideas erróneas sobre la nube es que, de alguna manera, hace que la infraestructura de TI sea menos importante. Nada más lejos de la realidad. De hecho, la infraestructura nunca ha sido más crítica para el éxito del negocio. Esto se debe a que la tecnología en sí misma nunca ha desempeñado un papel tan importante como el de hoy, ayudando a las empresas a conseguir un crecimiento rentable, a crear experiencias innovadoras y a operar de forma responsable y sostenible.


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La infraestructura es la columna vertebral de la empresa digital moderna y la nube propone un modelo que fomenta la innovación, ya que permite impulsar nuevas capacidades y tecnologías de una forma mucho más acelerada. Cloud proporciona las capacidades de computación, red, analítica avanzada, datos, entre otros, para ejecutar las aplicaciones que soportan el negocio. También proporciona los cimientos sobre los que se pueden construir experiencias excepcionales para los clientes y los empleados.

Sin embargo, a medida que la tecnología sigue evolucionando y se acelera, los departamentos de TI están sometidos a una presión cada vez más intensa. Los enfoques tradicionales limitan cada vez más su capacidad de adaptación, innovación y competencia. El cambio a “todo como código” (infraestructura, red, etc) está creando nuevas y enormes oportunidades de innovación rápida y ágil. Al mismo tiempo, las empresas están reconociendo que «cloud» no significa simplemente nube pública. La evolución de cloud requiere que las organizaciones equilibren dinámicamente la nube pública, la privada, la híbrida, la multi-nube y edge computing para apoyar las necesidades siempre cambiantes del negocio.

Además, hay que tener en cuenta la naturaleza distribuida de los espacios laborales y las cargas de trabajo actuales. En el pasado, una empresa solía tener un número limitado de sitios y un número finito de conexiones de las que preocuparse. Ahora -y especialmente debido a la pandemia- la conectividad es necesaria en cualquier lugar y en todas partes. Para una gran organización global, esto puede significar cientos de miles de nuevas ubicaciones que necesitan una conectividad continua a la nube, lo que aumenta drásticamente la necesidad de redes empresariales modernas. Estas redes deben satisfacer un conjunto amplio y rápidamente cambiante de requisitos empresariales y proporcionar una conectividad segura y sin fisuras a los datos, las aplicaciones y las plataformas.

Está claro que la infraestructura de TI se ha convertido en un entorno mucho más complejo de orquestar. Hoy una empresa puede seguir luchando para igualar el nivel de rendimiento que la organización logró en su centro de datos local, porque la infraestructura y los procesos, así como los conocimientos que los sustentan, no son capaces de seguir el ritmo de los nuevos requisitos empresariales digitales. Esta necesidad de rediseñar para la nube es la razón por la que decimos que hay un renacimiento de la infraestructura. Y un reconocimiento renovado de su criticidad para la empresa moderna.

Este renacimiento también es evidente en la disponibilidad, sofisticación y escalabilidad que la infraestructura puede ofrecer ahora. Las compañías líderes diseñan su infraestructura para obtener una ventaja competitiva en esta amplia y creciente gama de capacidades. Esta es una de las razones clave por las que los nativos digitales han tenido un éxito tan disruptivo. La infraestructura de TI moderna permite a las empresas hacer cosas nuevas, crear nuevos productos, desarrollar nuevas ofertas, entrar en nuevos mercados y realizar nuevos experimentos a un ritmo que antes era impensable.

Entonces, ¿cómo avanzar? Primero es necesario estabilizar el entorno existente. La automatización es una parte esencial de esto, especialmente para los problemas y fallos repetitivos. A continuación, se puede pensar en optimizar la infraestructura para la nube. Esto incluye el cambio de la organización hacia un enfoque de “todo como código” y, a su vez, crear una puerta de entrada para que los equipos de DevOps comiencen a acelerar el ciclo de innovación. Adicionalmente, y como factor común, sea cual fuere el camino seleccionado por cada compañía, uno de los mayores desafíos en nuestra experiencia tiene que ver con la demanda del talento correcto para hacer estas transformaciones.

Producto de la pandemia, hoy todo negocio es tecnológico. Por eso, es clave avanzar hacia una infraestructura moderna, que permita captar todo el valor que ofrece la nube.

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