Por: José Antonio Vallejo – CEO en VallejoGroup
Hemos visto como la evolución de la logística urbana está teniendo un impacto en el diseño de las ciudades, y esto debido a los retos de repartir con mayor eficiencia energética, enlazar con las cadenas globales y, por si fuera poco, responder a las crecientes expectativas tanto de los clientes finales, que “quieren elegir cómo, cuándo y dónde entregan o reciben paquetes”, como de los negocios en proceso acelerado de digitalización, “que compran, almacenan y venden en cualquier parte del mundo”
Es importante tomar en cuenta que una de las grandes tendencias, es el inventario más cercano al cliente debido tanto a los impactos positivos en sostenibilidad como a la reducción de los tiempos de tránsito, donde ubicar Centros Urbanos de Consolidación mucho más céntricos, que nos permita aplicar una logística colaborativa, “es un cambio sin marcha atrás”, que a su vez se complemente con apoyos tecnológicos como la geolocalización, la gestión de stocks, flotas y rutas, una nueva generación de vehículos cero emisiones pequeños, operativos y mucho menos molestos que furgonetas y camiones, o automatizar por completo la preparación de pedidos individuales en almacén.
La esencia de las empresas de delivery se debe basar en la sostenibilidad de la última milla y no solo con el uso de vehículos sostenibles, sino también con la integración de procesos sostenibles a lo largo de todas las operaciones que desarrolla desde el punto de vista económico, medioambiental y social.
El compromiso de protección del medioambiente mediante la gestión y prevención de los riesgos medioambientales asociados a las actividades de logística urbana, debe incluir los servicios de crossdocking, preparación, distribución y entrega de mercancías.
