Por: Laureano Turienzo Esteba- CEO RETAIL NEWS TRENDS. PROFESOR
Este es el título de la teoría general en los foros especializados en el estudio del retail contemporáneo.
Hay una corriente adanista, basada en afirmar que constantemente se destrozan los espejos del pasado, y que todo nace de la nada, y todo es disrupción, y todo es nuevo, sin raíces, sin precedentes. Estamos en un retail inédito, de consumidores sin homólogos en el pasado.
Evidentemente es absurda esta teoria general: siempre ha habido cambios en las formas de consumo. Internet cambió la historia de la humanidad y por supuesto las formas de consumo. Y también lo hizo la aparición del fuego, y de la agricultura, y de los barrios gremiales, y de las rutas comerciales, y de los ferrocariles, y de la llegada de los grandes almacenes y los supermercados, y los centros comerciales, y los amazones y los alibaba y los shein…
Las formas de consumo son una supernova estallando constantemente.
La única diferencia es que ahora los cambios son más rápidos. Y mucho más desde COVID;
Esto de presentarnos como NUEVO el hecho de que las cosas vayan a nosotros, a nuestros hogares, en vez de nosotros ir a ellas, a las tiendas, revela un desconocimiento TOTAL de la historia.
Antes recibíamos en nuestros hogares tanto o más cosas de las que hoy nos puedan llegar, como consecuencia del incremento de las compras online.
Desde hace más de un siglo, existía la posibilidad de hacer una llamada telefónica a la tienda del barrio para que nos trajeran la compra a casa y, en apenas media hora, podíamos ver satisfecha nuestra petición. Eso sucedía de forma habitual en pueblos, y también en grandes ciudades, donde muchas tiendas tenían lo que se llamaba «el chico de los recados».Todos los grandes almacenes de principios del SigloXX entregan a domicilio.
Pero es que también acudía el pan, y el repartidor de butano, o el de la leche (el 90% de la leche que se repertía en el UK en los 80 se entregaba en las puertas de los hogares británicos). La venta por correo en EEUU a principios de siglo XX tenía un peso superior o igual al que hoy tienen el comercio electrónico.
Por no hablar de quienes llamaban a nuestra puerta (recuerda el Círculo de Lectores, que entregó libros, revistas y demás, en 19 millones de hogares españoles, o Venca, que el 2008 tenía 1.5 millones de compradores de ropa a través de su catálogo, o Avon, tupperware..).
La única diferencia es que ahora lo hacemos en un entorno digital, y que la velocidad de las entregas ultrarápidas se ha impuesto (antes se hacía en rutas, lo cual era infinitamente más ecológico e infinitamente más sostenible).
Siempre han llegado a nuestro hogar productos y servicios, en mayor o menor medida, y por diferentes razones. Y siempre han convivido con el hecho de que mayoritariamente la gente fuera a las tiendas físicas.
Siempre hemos sido consumidores híbridos.
