Por Luis Eduardo Porta, Director Ejecutivo de Accenture Chile
La calidad y arquitectura de datos son actualmente reconocidos en Seguros y la mayor parte de las industrias, como el combustible necesario para abordar nuestros mayores desafíos. Construir el núcleo digital de cualquier organización solo funciona cuando se tiene una calidad de datos para actuar en consecuencia. La calidad y arquitectura de datos son actualmente reconocidos en Seguros y la mayor parte de las industrias, como el combustible necesario para abordar nuestros mayores desafíos. Construir el núcleo digital de cualquier organización solo funciona cuando se tiene una calidad de datos para actuar en consecuencia.
En la actualidad, las aseguradoras utilizan datos para adaptarse al cambiante panorama de riesgos. Además, están avanzando cada vez más hacia la descarbonización para cumplir con los objetivos cero-neto y evitar así que las primas aumenten. A medida que las aseguradoras consideren suscribir alternativas de energía limpia, no tendrán los mismos datos actuariales o el historial de pérdidas que han utilizado durante mucho tiempo para los negocios de combustibles fósiles.
Por otro lado, a medida que las enfermedades y muertes relacionadas con el calor aumentan con las temperaturas globales, estamos siendo testigos del surgimiento de organizaciones comunitarias para recopilar datos en puntos críticos donde el riesgo de enfermedades y lesiones puede ser inusualmente alto. Las aseguradoras de todo el espectro de seguros de Vida, Accidentes de trabajo y de Prestaciones colectivas y voluntarias pueden recurrir a estas asociaciones público-privadas para ayudar a sus clientes a mitigar y gestionar los riesgos relacionados con el aumento de las temperaturas.
Además, es importante tener en cuenta que, producto de la pandemia, no es solo la salud física la que se ha visto perjudicada, sino también, la mental, por lo que hoy en día estamos viendo un perfil de riesgo totalmente diferente.
Por lo tanto, las empresas aseguradoras deben dar visibilidad de este nuevo perfil de riesgo, poniendo mayor énfasis a la recolección y arquitectura de datos, además de las nuevas tecnologías de inteligencia artificial para tratar de encontrar estos patrones que no están alrededor de la tendencia a largo plazo. En este contexto, las comunidades jugarán un importante rol en el análisis de los datos y los esfuerzos por entender realmente cómo hacer frente a estos nuevos patrones.
También es importante tener en cuenta que hay algunas acciones que las empresas deben tomar para lograr que sus datos fluyan realmente. Un estudio de Accenture muestra que 80% de las empresas que utilizan el análisis predictivo, tienen un impacto positivo en el negocio. Sin embargo, muchas afirman que tienen problemas con las instalaciones internas, que están sobrecargadas por grandes volúmenes de datos.
A pesar de los esfuerzos de las empresas por implementar el uso de datos y nuevas tecnologías, tener los datos en el centro no funciona realmente si no se tiene la calidad y arquitectura de datos para ejecutarlos, por lo que los recursos internos de estas empresas no están siendo suficientes. Una de las causas de este problema es la crisis de talento que estamos viviendo hoy, por lo que se hace casi imposible hacer coincidir el nivel de análisis de datos requeridos en estas empresas con las exigencias que hay en el mercado. Es necesario entonces, una expansión del ecosistema de datos, no sólo en el abastecimiento, sino también en el análisis real y la creación de capacidades para utilizar estos datos de manera efectiva en el mercado.
Por otra parte, también se debe tener en cuenta las habilidades necesarias para la protección contra delitos cibernéticos y cómo, los avances en las simulaciones de seguros con realidad aumentada/virtual pueden desempeñar un papel cada vez más importante en el desarrollo de talento, a medida que el metaverso se expande.
Los datos son fundamentales para que la industria aseguradora pueda transformarse y responder de forma efectiva al mercado cambiante en el que nos encontramos. Sin embargo, para ello es fundamental avanzar en una estrategia integral, que capte el gran valor que ofrecen las nuevas tecnologías al sector.
